lunes, 30 de julio de 2012

LECCION ESCUELA DOMINICAL DOMINGO 05 DE AGOSTO DEL 2012

“Al Cesar lo que es del Cesar y a Dios lo que es de Dios”
Lección: Mateo 17:22-27
Texto: Lucas 20:24-25
Domingo: 05 de Agosto del 2012


INTRODUCCIÓN:
Este pasaje está divido en dos temas, los versos 23 y 23 nos hablan por segunda vez de la muerte de Jesús, produciendo tristeza en sus discípulos y los versos 24 al 27 se refiere al pago de tributos por parte de Jesús, en una nueva acción milagrosa de parte del maestro.


DESARROLLO:
Estando en Galilea, nuevamente Jesús les anuncia sus padecimientos, que sería entregado en martirio y muerte, pero al tercer día resucitaría. Pero sorprendentemente ellos se entristecieron, ya que no entendían que siendo el Mesías, que establecería su reino, como iba a morir, no entendían en que momento se cumpliría toda su ministerio y su muerte terminaría con todas sus esperanzas.
Ellos no entendían que era necesario pasar por el derramamiento de sangre, por la muerte y posterior resurrección, para consumar la obra redentora por medio de este sacrificio propiciatorio, expiatorio y de reconciliación.
Y al tercer día resucitaría…
Jesús al hablar de su muerte, obligatoriamente nos habla de su resurrección, solo tres días les separaría de sus discípulos, para de esta forma infundirles ánimo, pero ellos al no entender se entristecieron.
Al llegar a Capernaum, el lugar donde habitó (Mt 4:13), es requerido por los cobradores de impuestos, pero del templo (Neh 10:32), no de Roma, quienes en tono de reparo le preguntan a Pedro, SI Jesús pagara el impuesto del templo, el responde afirmativamente.
Esta ofrenda expresada en Éxodo 30:15, corresponde a una contribución para la expiación de las personas… Cristo no tenía nada que expiar de Él mismo, por otro lado, los reyes y la familia real están libres de impuestos, por lo cual Jesús el Rey no tendría deuda alguna que pagar.


CONCLUSIÓN:
Cuando vemos la forma utilizada por Jesús para obtener el dinero necesario, encontramos que estaban sin fondos, como dice el apóstol Pablo “Porque ya conocéis la gracia de nuestro Señor Jesucristo, que por amor a vosotros se hizo pobre siendo rico...” (2° Co 8:9), el que no cobró por ninguna sanidad, por ningún milagro, estuvo afecto a pago igual que todo el pueblo.
Por otro lado, el escritor sagrado nos regalo otro hermoso milagro, sorprendente, único, ya que Pedro siendo un pescador con una larga experiencia, nunca le había pasado esta situación, ir al mar, echar el anzuelo, y en el primer pez, abrirle la boca y sacar un “estatero”, moneda suficiente (de plata, equivalía a cuatro dracma) para pagar por él y por Pedro.

Un pez preparado con una moneda en su boca…
¡Que glorioso!

COMISION EEDDO 2012