domingo, 26 de febrero de 2012

LECCION DOMINGO 04 DE MARZO DEL 2012

¿Quién es la madre y los hermanos de Jesús?
Lección: Mateo 12:46-50
Texto: Lucas 8:21
Domingo 04 de Marzo de 2012

Introducción: Nuestra sociedad moderna, y así viene desde antaño, funciona con “pitutos”. Si se quiere lograr algo, o pedir algún favor, se acude a algún conocido, o a algún pariente de cierta influencia. La lección de hoy, nos da la respuesta a la pregunta planteada en el titulo. En el pasaje leído claramente se visualizan dos tipos de familia, una física y otra espiritual, veámoslas a continuación.
”.

Desarrollo: En primer lugar, el texto destaca a la familia física o sanguínea. Jesús era tanto divino como humano. Aquí vemos que el tenia madre y hermanos. En este caso, es una clara afirmación de las escrituras del origen humano de Jesús. Nosotros sabemos que su madre se llamaba María (Mateo 1:18-25) y sus hermanos eran varios. Muchas veces un familiar se acerca a otro para solicitarle algún favor, en este caso no es así. La familia de Jesús estaba afuera y le querían hablar. Seguramente ellos también estaban asombrados con lo que Jesús estaba haciendo y querían tenerlo cerca. Lucas dice que era mucha la gente y que la multitud impedía que se le acercaran (Lucas 8:19-21), por eso le mandan un recado, que su familia lo buscaba. La actitud de Jesús no es desmerecer a su familia, sino que usa esta ocasión para dar una gran enseñanza, que trasciende de lo terrenal a lo espiritual.
En segundo lugar, el texto destaca a la familia espiritual. La pregunta: ¿Quien es mi madre, y quienes son mis hermanos? (v.48), que plantea Jesús, refleja claramente que él quería dejar sentadas las bases de “la verdadera familia de Jesús”. Él no hablaba en términos materiales o sanguíneos, porque ahí claramente se sabría cual es la respuesta: María y sus hermanos. El aprovecha la oportunidad de dar una enseñanza mayor y que nos descubre una verdad eterna, el texto dice que Jesús volviendo sus manos hacia sus discípulos dijo: “He aquí mi madres y mis hermanos”. La lección objetiva usada por Jesús, el mismo se encarga de explicarla: “Porque todo aquel que hace la voluntad de mi Padre que esta en los cielos, ese es mi hermano, y hermana y madre” (v. 50) De lo anterior se desprende la importancia de ser un verdadero discípulo de Jesús que haga la voluntad de Dios el Padre, ese no solo es discípulo de Jesús, sino que también su familia.

Conclusión: Jesucristo muchas veces uso ilustraciones de la vida diaria para reafirmar sus enseñanzas. Ahora se vale de su propia familia para remarcar la importancia de ser un hacedor de la Palabra. “Los que oyen la palabra de Dios y la hacen, son mi madre y mis hermanos”. (Lucas 9:21) ¡Quieres ser parte de su familia!, muy simple, se un oidor y un hacedor de su palabra. Amen.

“Parábola del sembrador”
Lección: Mateo 13:1-9
Texto: Marcos 4:33-34
Domingo 11 de Marzo de 2012

Introducción: El ministerio de Jesús se caracterizó por sanar, predicar y enseñar. La lección de hoy nos lleva a los momentos en que hacia pública su enseñanza. Como recién estaba iniciando su ministerio, la enseñanza no era para todos, por eso lo hace a través de “parábolas”. ¿Qué es una parábola? Es una historia terrenal con significado espiritual. Para entender las parábolas debemos al menos descubrir tres partes: La ocasión, la historia terrenal, y el significado espiritual. Veamos estas tres partes.

DESARROLLO: Primero, la Ocasión. (v.1-3) El v. 1 indica que Jesús salió de la casa y se sentó junto al mar. La narración ocurre en la ciudad de Capernaum, que era la base de operaciones en el ministerio público de Jesús, en la región de Galilea. Como siempre, al ver a Jesús se le agolpo mucha gente. Todos querían estar con el para verlo en acción. Él se sentó en la barca, y la gente en la playa escuchaba sus enseñanzas. Mateo dice que Jesús “les hablo muchas cosas por parábolas”.
El contenido de las parábolas se encuentra disperso en los discursos de Jesús reflejados en los cuatro evangelistas; Mateo, Marcos, Lucas y Juan. En la lección de hoy se destaca una de estas parábolas, “La del sembrador” la que veremos a continuación.
Segundo, la historia terrenal. (v.3b-8) La historia que relata Jesús no era difícil de entender, al contrario, hasta un niño podía entenderla. En ella se refiere a una actividad muy común del mundo antiguo, y el de un ambiente campesino como lo era en la región de Galilea donde El esta entregando esta enseñanza. El sembrador pareciera ser el personaje principal de la historia, pero eso no era lo que Jesús quería destacar. Tampoco lo era la semilla. Ambas cosas, el sembrador y la semilla siempre son las mismas. Lo que se pretende destacar, es el terreno donde se va a sembrar. El estribillo se repite cuatro veces:
Parte cayo junto al camino; y vinieron las aves y la comieron.
Parte cayo en pedregales, donde no había mucha tierra; y broto pronto, porque no tenía profundidad de tierra; pero salido el sol, se quemo; y porque no tenía raíz, se seco.
Parte cayo entre espinos; y los espinos crecieron, y la ahogaron.
Pero parte cayó en buena tierra, y dio fruto.

Tercero, el significado espiritual. Aquí no esta dada la explicación espiritual de esta historia. Esto vendrá mas adelante en Mateo 13:18-23. Lo que si nos cuenta la historia es por qué en tres terrenos la semilla no prospero, y en el cuarto si. La semilla siempre fue la misma, lo que marco la diferencia fue la buena tierra. Cuando hay buena tierra se esperan resultados. En este caso los resultados esperados eran frutos, cual a ciento, a sesenta, y cual a treinta por uno. (v.8)

Conclusión: La historia termina con la frase “El que tiene oídos para oír, oiga”. A todos nos hace falta tener nuestros oídos atentos a las enseñanzas de Jesús, no solo para escucharlas, sino que mas aun, para ponerlas en practica. Ser un buen cristiano, implica dar frutos en la vida cristiana. ¿Cuantos frutos estas dando tú? Dios que sabe de las limitaciones de cada uno se contenta con el treinta, el sesenta o el ciento por uno. Por lo tanto, nos corresponde dar lo mejor de si para el Señor.

sábado, 18 de febrero de 2012

DOMINGO 19 Y 26 DE FEBRERO DEL 2012

“La blasfemia contra el Espíritu Santo”
Lección: Mateo 12:31-37
Texto: Lucas 6:43-44
Domingo 19 de Febrero de 2012

Introducción: La blasfemia es algo duro de escuchar para un creyente. Tiene que ver con decir cosas inapropiadas a cerca de Dios o de lo que él provee a los suyos. Por eso en tiempos de Jesús, que alguien se atribuyera que era Dios, era considerado una blasfemia. Las blasfemias también son insolencias en torno a lo divino.

DESARROLLO: En la lección de hoy tenemos el gran tema de la teología, la blasfemia contra el Espíritu Santo. ¿En qué consiste? ¿Qué dice Jesús de ello? Busquemos las respuestas en la lección de hoy.

¿En qué consiste la blasfemia contra el Espíritu Santo? (v.31-32). La Biblia enseña que Dios perdona todo tipo de pecados y blasfemias. Solo hay una condición, el hombre debe arrepentirse y pedir perdón. Lo novedoso de la enseñanza de hoy es que, Jesús enseña que hay un pecado que no será perdonado: La blasfemia contra el Espíritu Santo. Jesús también se encarga de explicar que este pecado consiste en hablar contra el Espíritu Santo. ¿Qué cosa hace que sea un pecado tan grande y aborrecible? Según el contexto, tiene que ver con atribuir la acción del Espíritu Santo a los poderes de Satanás. Eso es un insulto a Dios, y no será perdonado ni en este siglo ni en el venidero.
¿Qué dice Jesús de ello? (v.33-36). Jesús reafirma la importancia de tener el control de lo que hablamos. ¿Cómo podemos hablar lo bueno, siendo malos? Jesús les dirigía estas palabras a los fariseos, supuestamente lo mejor de la sociedad judía. Con esto Jesús nos quiere enseñar que la religión no consiste en simples formalismos. Mucho más importante que lo que hacemos es lo que decimos. Jesús, dice: “Porque de la abundancia del corazón habla la boca”. En el corazón atesoramos, un buen tesoro, o un mal tesoro. Por eso, el buen hombre de su corazón saca buenas cosas, pero el mal hombre de su corazón saca malas cosas. La advertencia es que toda palabra ociosa que salga por nuestros labios debemos dar cuenta en el día del juicio. Por lo tanto, debemos cuidar nuestro hablar. El árbol bueno, da frutos buenos. El verdadero creyente jamás va a insultar al Espíritu Santo de Dios, y menos atribuirle su acción a los poderes demoniacos. Nos ayude el Señor a ser este tipo de creyentes.

Conclusión: La importancia de lo que hablamos debe ir en concordancia con lo que somos. El árbol malo no puede dar buenos frutos. El que es malo, siempre hablará cosas malas, y más aún, blasfemias contra el Espíritu Santo de Dios. Cuando vemos en acción lo sobrenatural, o lo divino, más vale ser creyente y no incrédulo, no sea cosa que estemos contendiendo con Dios. Por nuestras palabras seremos justificados o condenados.




“La generación mala”
Lección: Mateo 12:38-45
Texto: 1 Corintios 1:22-23
Domingo 26 de Febrero de 2012

Introducción: ¿Qué tan malo puede ser el hombre? Es nuestra generación, ¿una mala generación? Pareciera que este mundo va en picada a la perdición. El liberalismo, la homosexualidad, las drogas, la delincuencia y otros males de la sociedad actual, nos hacen pensar que estamos frente a una muy mala generación. En tiempos de Jesús, él tuvo también conflictos con esa generación, y a través de esa experiencia podemos aprender como evaluar a una mala generación.

DESARROLLO: En primer lugar Jesús indica que “la generación mala y adultera demanda señal” (v.38-42). Pareciera que con el paso del tiempo las generaciones no han aprendido la lección. Aún los creyentes tienen los mismos conflictos hoy. Siempre estamos pidiendo “señales” para creer. Volviendo a la historia bíblica, no bastaba con todos los milagros que hacía Jesús, los escribas y fariseos le dijeron, maestro, deseamos ver de ti una señal. La respuesta de Jesús es dura. Señal no les será dada, sino la señal del profeta Jonás. Esta señal era un presagio de lo que iba a acontecer con él mismo. Así como Jonás había estado tres días en el vientre del gran pez, de la misma manera estará el Hijo del Hombre en el corazón de la tierra. La diferencia es que los hombres de Nínive que fueron receptores del ministerio de Jonás, se arrepintieron a la predicación del profeta. Hoy, si los hombres solo quieren señales y no se arrepienten, en el día del juicio se levantarán los habitantes de Nínive para condenarles. Tenemos una señal más potente que la de Jonás, a Jesús. Él es nuestra mejor señal.

En segundo lugar, Jesús enseña que a la generación mala le acontecerá lo mismo que a una persona a quién le han expulsado espíritus inmundos (v.43-45). Jesús enseña que cuando un espíritu inmundo, sale del hombre, anda por lugares secos, buscando reposo, y no lo encuentra. Entonces vuelve a la casa de donde salió, y cuando llega la halla desocupada, barrida y adornada. ¿Qué hace entonces? Entonces va, y toma consigo otros siete espíritus peores que él, y entrados, moran allí, y el postrer estado de aquel hombre viene a ser peor que el primero. El verdadero creyente, es agradecido de Dios, y si él lo ha liberado, con eso es suficiente.

Conclusión: En los versículos de hoy, tenemos la alusión a la reina del Sur, que vino de los confines de la tierra para oír de la sabiduría de Salomón. He aquí más que Salomón en este lugar. Para los verdaderos creyentes, basta con las enseñanzas de Jesús. A él no le podemos pedir que haga señales a cada rato. La Biblia enseña que las señales son para los incrédulos. Nosotros debemos solo creer y nada más. Dios nos ayude.

viernes, 10 de febrero de 2012

LECCION DOMINGO 12 DE FEBRERO DEL 2012

“La sanidad de un endemoniado”
Lección: Mateo 12:22-30
Texto: Marcos 9:39-40
Domingo 12 de Febrero de 2012

Introducción: Enfrentar endemoniados no es cosa fácil, y menos lo es echar fuera demonios. La iglesia católica para estos efectos prepara gente especialista en el tema a quiénes llaman exorcistas .Nosotros los creyentes creemos que cualquiera que tenga el Espíritu de Dios puede hacerlo. Pero, ¿cómo lo hacía Jesús?, ¿que opinaban los religiosos de la época de la liberación de los endemoniados? En el pasaje de hoy, veremos a Jesús sanando a un endemoniado y luego su controversia con los fariseos.

DESARROLLO: El v. 22 nos cuenta que fue traído a Jesús un endemoniado, que además era ciego y mudo. ¿Qué se podía hacer con un hombre así? Jesús lo sanó, de manera que ahora veía y hablaba y, además había sido liberado. La gente estaba atónita. Ellos se preguntaban, ¿será éste aquél Hijo de David? Otra vez, se confrontaba las esperanzas mesiánicas de la gente con la realidad del ministerio mesiánico de Jesús. Él podía hacer esto y mucho más. Era efectivamente el mesías prometido haciendo bienes entre los hombres. Ese Cristo sigue actuando de la misma manera en muchas vidas atormentadas, o enfermas. Cristo es nuestro sanador.

El conflicto con los fariseos (v.24-29) nos muestra que a mucha gente le cuesta creer en los milagros de Jesús. Siempre se buscan explicaciones racionales a lo inexplicable de lo sobrenatural de las sanidades de Jesús. En el caso de los fariseos, no era solo encontrar una respuesta, o cuestionar los milagros de Jesús, sino que maliciosamente, le atribuyen la liberación del endemoniado a poderes de Beelzebú.

El argumento de Jesús, es fuerte y poderoso, y sigue teniendo vigencia aún en pleno siglo XXI. Si Satanás echa fuera a Satanás, contra sí mismo está dividido. Un reino dividido no puede permanecer. O sea, Satanás se estaría auto destruyendo, algo totalmente ilógico.

Conclusión: La prueba del mesianismo de Jesús, era justamente que Cristo echaba demonios por el Espíritu de Dios. Esto implicaba que el reino de Dios había llegado a ellos. Las palabras finales de Jesús siguen siendo un desafío para todos los creyentes: “El que no es conmigo, contra mí es; y el que conmigo no recoge, desparrama. La idea es, estamos con él o estamos contra él. Más vale ser aliados de Cristo. Con él somos más que victoriosos.


COMISION EEDD

miércoles, 1 de febrero de 2012

LECCION DOMINGO 05 DE FEBRERO DEL 2012

“El siervo escogido”
Lección: Mateo 12:15-21
Texto: Isaías 42:1
Domingo 05 de Febrero de 2012

Introducción: Las expectativas mesiánicas en tiempos de Jesús eran crecientes. Todos esperaban que apareciera alguien que les diera libertad del yugo romano. Con el ministerio de Juan el bautista muchos pensaban que al fin había llegado el mesías. Cuando aparece Cristo, el mismo se encarga de preguntarles a sus discípulos que dice la gente que es él. Los discípulos le dan varias respuestas: Juan el bautista, Jeremías o alguno de los profetas. En la lección de hoy veremos como se ve Cristo a sí mismo, y como lo definen las profecías de Isaías. Veamos estos dos aspectos por separado.

DESARROLLO: Primero, como se veía Jesús así mismo (v.15-16). Jesús tenía una clara noción de la misión encomendada por su Padre. Los milagros que él hacía eran una prueba fehaciente de ello. Las sanidades de los enfermos eran sus más poderosas credenciales. Además, eran el elemento que le hacía conocido entre la gente, y también que multitudes le siguieran. En semejante situación, Jesús le declaraba a la gente que no le descubriesen. Jesús estaba en el período de popularidad. Recorría diferentes lugares haciendo sanidades, sabiendo que en los fariseos causaba odio y resentimiento. A pesar de la hostilidad, seguía desarrollando su ministerio, pero con precauciones. Todavía no era su tiempo.
Segundo, como lo describen las profecías de Isaías (v.17-20). Jesús mismo dice que todo lo que ocurre con su ministerio es para que se cumpla la profecía del profeta Isaías (ver 42:1-4). ¿Qué dice está profecía?: “He aquí mi siervo, a quién he escogido; Mi amado, en quién se agrada mi alma; Pondré mi Espíritu sobre él”. Su ministerio era un ministerio de amor. La profecía añade que “La caña cascada no quebrará, y el pábilo que humea no apagará…” ¿Qué quiere decir esto? Él no se iba a aprovechar de su ministerio, ni abusaría de la gente. La idea es que en lenguaje poético expresa, que su ministerio sería de restauración y de sanidad, hasta que saque a victoria el juicio.

Conclusión: Hermoso resulta saber que Jesús tenía determinada su estadía entre los hombres en el cielo. Para que no hubiera dudas de esto, lo había escrito Isaías unos 700 años antes de su ministerio público. Se cierra la profecía con la frase: “Y en su nombre esperarán los gentiles” (v.21). ¿Qué habría sido de nosotros sin el ministerio sanador y salvador de Jesús? Los gentiles hasta hoy, nos vemos beneficiados con su gran amor. ¡Gracias Jesús por ser el siervo escogido por Dios!



“Señor del día de reposo”
Lección: Mateo 12:1-14
Texto: Oseas 6:6
Domingo 29 de Enero de 2012

Introducción: El día de reposo es un día sagrado para los judíos. El cuarto mandamiento dice: “Acuérdate del día de reposo para santificarlo” (Éxodo 20:8). Ellos para poder cumplir con este mandamiento, habían escrito una gran cantidad de interpretaciones, las que incluían una cantidad de cosas que no se podían hacer durante éste día. En la lección de hoy, veremos a Jesús en dos instancias, donde es puesto en conflicto con los mandatos de los religiosos judíos. Mirémoslos a continuación.

DESARROLLO: Primero, los discípulos recogen y comen espigas en el día de reposo (v.1-8). La historia cuenta que los discípulos tuvieron hambre y comen espigas cuando iban por medio de los sembrados. Era tal la persecución de los fariseos, que ellos seguían a Jesús hasta en el campo. Ellos ven lo que hacen los discípulos e inmediatamente realizan la crítica: “He aquí tus discípulos hacen lo que no es licito hacer en el día de reposo” (v.2) Jesús responde con dos hechos históricos que los fariseos no pueden contradecir.

Uno, lo que hizo David con sus hombres cuando entrando en el templo comió los panes de la proposición, y el otro, lo que hacen cada día de reposo los sacerdotes al ministrar en el templo. Ellos trabajan más que cualquiera, pero son sin culpa. Tal vez la mejor máxima frente a esta situación la expresa Jesús cuando les dice a los fariseos: “y si supieseis que significa: Misericordia quiero y no sacrificio, no condenaríais a los inocentes”. Para Jesús era más importante tener misericordia en medio de una necesidad, que cumplir el formalismo religioso de los fariseos.

Segundo, el hombre de la mano seca (v.9-14). El otro conflicto por el día de reposo se da en la sinagoga de ellos. Los fariseos le hacen una pregunta capciosa a Jesús para poder acusarle. ¿Es lícito sanar en el día de reposo? Jesús contesta con una pregunta ¿Qué hombre habrá de vosotros que tenga una oveja, y si ésta cayere en un hoyo en día de reposo no le eche mano y la levante? Luego, les pregunta: ¿cuánto más vale un hombre que una oveja? Por consiguiente si es lícito hacer el bien en los días de reposo. Habiendo dicho esto, le pide al enfermo que extienda su mano, y Jesús se la restauró. El maestro dignificó la persona del hombre de la mano seca. A los fariseos no les interesaba ni su enfermedad ni menos la persona. En cambio Jesús lo consideró como persona, lo llamó y lo puso enfrente de todos ellos, y luego lo sanó. Así también lo hace con cada uno de nosotros. Él quiere dignificarnos y también sanarnos. ¡Aleluya!





Conclusión: El conflicto de Jesús con los fariseos era por las cosas licitas o ilícitas que él y sus discípulos hacían. Los fariseos lo acusan de transgredir el día de reposo. Jesús les contesta que uno mayor que el templo está aquí. Jesús está hablando de sí mismo. Él no era cualquier persona, él era Dios. Por eso su sentencia es: “porque el Hijo del Hombre es Señor del día de reposo”. Los fariseos no quedaron contentos con esto, sino que salidos ellos, “tuvieron consejo contra Jesús para destruirle” (v.14) El creyente, a pesar de la persecución debe procurar hacer lo que lícito para Dios, y no para los hombres. Nos ayude el Señor a hacer lo que a él le agrada.





COMISION EEDD 2012