miércoles, 2 de febrero de 2011

LECCIONES DE LA ESCUELA DOMINICAL DEL MES DE FEBRERO

MES DE FEBRERO DEL 2011...


“Cristo la vida”
Lección: 1 Juan 5: 1-12
Texto: Juan 3:36
Domingo: 06 de Febrero del 2011

INTRODUCCION:
Al compartir el último capítulo de esta hermosa carta, podemos observar las consecuencias del creer en Cristo y como esta fe actúa poderosamente y nos da victoria sobre el mundo. También nos expone los testigos que respaldan la enseñanza de Jesucristo y finaliza esta lección con la seguridad de la salvación y de la vida eterna, recordando un verso del evangelio escrita por el mismo autor, donde nos dice… “Pero éstas se han escrito para que creáis que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios, y para que creyendo, tengáis vida en su nombre”. Jn 20:31.

DESARROLLO
El nuevo nacimiento
El apóstol Juan nos presenta lo siguiente "todo aquel que cree que Jesús es el Cristo, es nacido de Dios".
Este creyente que ha nacido de nuevo y que ha sido convertido, cree que Jesucristo es el único Salvador y que fuera de Él no hay salvación, tiene confianza plena en Cristo, en que todos sus pecados le han sido perdonados, y tiene como particularidad principal que "ama a Dios " y su vida lo demuestra porque en sus acciones denota que "guarda sus mandamientos".

La principal consecuencia de creer en Cristo, es nuestra nueva vida y como su fe en Cristo lo transforma en un vencedor, un vencedor del mundo.
"El que venciere será vestido de vestiduras blancas; y no borraré su nombre del libro de la vida", están escritas grandes promesas para los "vencedores", quienes no son otros sino aquellos que "han nacido de nuevo".
El Apóstol Pablo nos expone en el libro de Romanos 8:38, "nada nos podrá separar del amor de Cristo", NADA!. El dice, antes bien "somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó"(Romanos 8:37).

El testimonio
Recordemos las falsas enseñanzas del gnosticismo en el tiempo apostólico, que relataban que el Espíritu del Mesías vino sobre Jesús después de ser bautizado y le abandonó antes de morir en la cruz, es por ello, que el autor sagrado expone que “Jesús ya era el Cristo cuando fue bautizado” (el que vino en agua) y que también era el Cristo cuando estaba crucificado (y en sangre).
Cierra este verso indicando… “Y el Espíritu es el que da testimonio; porque el Espíritu es la verdad”. Qué testigo más veraz sobre Jesús, que era desde el principio el Cristo y lo hace en una expresión “da testimonio”, es decir en verbo “presente”, indicando que aunque estos hechos son pasados, el Espíritu Santo sigue incluso en nuestros días dando testimonio de que Jesús ES EL MESIAS.

El evangelio Según San Marco nos dice que los testigos contra Jesús nunca se pudieron poner de acuerdo… 14:56 dice “Porque muchos decían falso testimonio contra él, mas sus testimonios no concordaban”, pero Juan presenta estos tres verdaderos testigos que están plenamente de acuerdo: El Espíritu, el agua y la sangre.


CONCLUSIÓN
Estas palabras tienen por finalidad inducir a los destinatarios a creer en Cristo y a tener la seguridad que poseen la vida y vida eterna. En esto el autor quiere precisar que en Cristo está la esperanza del creyente y fuera de Él no hay salvación. Sin duda con esta seguridad cada día los hermanos crecerán en la fe y en el amor resistiendo y venciendo los ataques del mundo y de los falsos enseñadores.























“El nos oye”
Lección: 1 Juan 5: 13-21
Texto: Juan 16:23
Domingo: 13 de Febrero del 2011

INTRODUCCION:
Iniciamos nuestra reflexión en los versos finales de esta carta, indicándonos la clave y el propósito de este libro y al igual que el evangelio escrito por el mismo autor (Jn 20: 31), y es tener la certeza de la vida eterna por medio de Jesucristo.
Pero también da un énfasis especial en la alegría y bendición de saber que Dios nos escucha y nos otorga lo que le pedimos según su voluntad! (v. 14).
Pero ¿cómo saberla?, las escrituras nos dice que podemos conocer su voluntad y es mediante el entendimiento que el Hijo de Dios nos ha dado.

DESARROLLO
La necesidad de la oración
Dios no tan solo nos otorga una seguridad de nuestra Salvación y de una vida eterna, sino que nos declara por su palabra la confianza que tiene el creyente que sus oraciones serán escuchadas y respondidas.
La única condición para estar seguros en la respuesta de Dios, es que sea “algo conforme a su voluntad”, ya que solo Dios sabe lo que realmente nos conviene, por eso el sometimiento es la única garantía de respuesta (Ro 8:26-27). Recordemos la oración enseñada por el maestro (Mt 6:10), “Hágase tu voluntad como en el cielo…”

También el escritor sagrado nos da una norma hermosa de amor fraterno, al pedir por nuestros hermanos, en una oración de intercesión, la cual es especialmente recibida por nuestro Dios (Ef. 6:18; Col 2:2-4).

“Hay pecado de muerte”, se repite esta expresión cuatro veces en dos versículos, y que corresponden a los pecados de apostasía total de la fe, blasfemando contra el Espíritu Santo y que obviamente estas personas están en el grupo de los falso enseñadores, ya que rechazaron al hijo, por lo cual, no tienen la vida (V. 12).

Somos de Dios
El que ha nacido de nuevo tiene una nueva naturaleza, una naturaleza divina, y el “es de Dios”, por lo cual no puede continuar pecando, sino que debe cuidarse de no pecar y como se aleja del pecado también se aleja del maligno.
Culmina la enseñanza con un grito de alarma, “si eres de Dios, aléjate de la idolatría”, sin duda esta situación también constituían una grave amenaza a la Iglesia del Señor.

CONCLUSIÓN
En el año 1853 fue excepcionalmente cálido y seco, de modo que los prados se secaron y todo auguraba una cosecha funesta. Bajo estas circunstancias, mientras la congregación estaba reunida y el cielo estaba despejado, El predicador Finney sintió la pesada carga de orar pidiendo lluvia. En su oración profundizo el clamor de angustia que provenía de cada corazón y detallo la prolongada sequía en más o menos las siguientes palabras:
“Señor, no pretendemos dictarte que es mejor para nosotros, pero tú nos has invitado a que acudamos a ti como niños a su padre terrenal, y te contemos nuestras necesidades”. … Necesitamos lluvia. Nuestros pastizales están secos, la tierra esta expirando de sed; el ganado vaga de un lado a otro en busca de agua. Aun las ardillas del bosque padecen de sed. Nuestro ganado morirá y nuestra cosecha se perderá si no nos das agua.
Oh Señor, mándanos lluvia y que sea ahora mismo! Aunque no vemos señal de lluvia, es fácil para ti producirla. Envíala, Señor, ahora mismo, por amor de Cristo. Amén.Posteriormente leyó las Escrituras y comenzó a predicar, pero en unos pocos momentos tuvo que detener su predicación, debido al ruido producido por los truenos de la tormenta. Se detuvo y dijo:
Es mejor dejar el mensaje en este punto y dar gracias al Señor por la lluvia.
Hermanos… Dios nos oye.



2° Epístola de San Juan Apóstol
La segunda carta de Juan empieza con las palabras “El anciano a la señora elegida”. Así de manera indirecta se indica que el escritor es Juan, el anciano, pues para ese tiempo tendría más de noventa años, escrita alrededor del año 98.

Muchos de los argumentos de la esta segunda carta se encuentran en forma muy detallada en la primera carta. Habla de la verdad que permanece en lo que realmente la conocen, y de la bondad inmerecida y la paz de Dios.

Se regocijan porque algunos continúan andando en la verdad, muestran amor los unos a los otros y guardan sus mandamientos. Sin embargo han salido al mundo engañadores y el anticristo niega que el hijo de Dios haya venido en carne.

Amplia la instrucción de la primera carta, al mostrar la medida que deberían tomar los miembros de las congregaciones en el caso de aquellos que vienen con otras enseñanzas y para ello Juan manda que no se le salude ni menos se les reciba en el hogar.









“Perseverando en la doctrina”
Lección: 2 Juan
Texto: Hechos 2:42
Domingo: 20 de Febrero del 2011

INTRODUCCION:
Es la única Epístola en la Escritura que está como destinataria a una “mujer y sus hijos”, aunque la suposición es que está personificada la Iglesia y sus miembros y tiene por finalidad advertir sobre la herejía y los falsos maestros. Por lo cual frente a estas enseñanzas el apóstol les exhorta a permanecer firmes en la verdad, y a mantenerse unidos en el vínculo del amor que es el mandamiento dado por Dios.

DESARROLLO
Permaneciendo en la doctrina de Cristo
Al presentarse como el “Anciano” (gr. presbúteros), lo hace aludiendo a su cargo como columna de la Iglesia, lo cual le daba autoridad ante los destinatarios y luego de la bendición entregada en el saludo expone sobre los antecedentes que tiene de ellos y dice:
“Mucho me regocijé porque he hallado a algunos de tus hijos andando en la verdad”, una expresión de gozo, al encontrar creyentes que estaban perseverando en la doctrina, es decir, los hermanos andaban bajo la pauta de la palabra de Dios, andaban rectamente, pero al mencionar “algunos”, indicaba que no todos los miembros de la congregación andaban en la verdad.

V. 5 Tanto en el “mandamiento” (nuevo) como los “mandamientos” se refieren al mandato de amarnos mutuamente. “Y este es el amor”, ¿Cuál? , debemos entender que hemos sido enseñados que el amor se demuestra en el cumplimiento de los mandamientos y estos se resumen en el amarnos los unos a los otros en el amor cuyo origen es Dios.

Uno de los grandes peligros de la Iglesia son los falsos maestros, (v. 7) y la advertencia del Apóstol Juan en esta dirección es: a) Son muchos los engañadores, b) La necesidad de permanecer en Cristo c) Con los extraviados y perversos (v. 10) no hay que tener comunión de ninguna clase, ya que según traducciones como la Biblia de Jerusalén indica “se hace solidario de …”, o la Nueva Biblia española dice “se hace cómplice de…”, por lo cual, la orden es rechazar toda clase relación fraterna con este tipo de personas.

El escritor sagrado advierte sobre la necesidad de vigilar, pero vigilarse uno mismo (v.8), para no actuar insensatamente y sufrir pérdida, sino que perseverando en Cristo pueda recibir la recompensa completa.


CONCLUSIÓN
Juan concluye esta carta con una nota muy personal, ya que aún tiene muchas cosas que decir, pero prefiere tener la oportunidad de compartirlas personalmente. Sin duda el gozo del apóstol será completo cuando pueda estar con ellos.






3° Juan Epístola de San Juan Apóstol

La tercera carta fue enviada por Juan al hermano Gayo, con saludos de otros miembros de a congregación. Muy parecido el estilo a las cartas anteriores por lo cual se supone que fueron escritas por el mismo “apóstol y anciano” JUAN.

Juan exhorta a que se demuestre hospitalidad cristiana, pero menciona a Diótrefes, quien no recibe a sus mensajeros, prohibiendo a los demás hacerlo y amenazándolos con la expulsión de la congregación a quienes lo hicieran. Por otro lado recomienda d Demetrio para ser hospedado quien probablemente haya sido el portador de esta misiva.

En las tres cartas se destacan consejos como: mantener la unidad cristiana, amar a Dios guardando sus mandamientos, amar a los hermanos y andar en la verdad.

A pesar de su ancianidad, el apóstol Juan fue una gran fuente de ánimo y fortaleza para las congregaciones de Asia Menor y para todos los cristianos que leían sus cartas.



































“Andar en la verdad”
Lección: 3 Juan
Texto: Juan 3:21
Domingo: 27 de Febrero del 2011

INTRODUCCION:
Esta nota está dirigida a Gayo, un creyente de quien se elogia la hospitalidad con que recibía a los hermanos que visitaban la iglesia de la cual era miembro, incluso especialmente a los desconocidos, También se hace referencia en esta epístola a otros dos creyentes: Demetrio y Diótrefes. El Apóstol Juan comparte el hermoso testimonio que destaca a Demetrio. En cambio, el segundo es duramente amonestado por las actitudes empleadas en el ejercicio de su ministerio.

DESARROLLO
Deseo de prosperidad
El anciano Juan, expresa un saludo fraterno al hermano Gayo, en el deseo de prosperidad, (no tan solo de salud), sino que el deseo de un bienestar tanto físico como espiritual.
Y este deseo nace por la misma actitud que este noble cristiano había tenido hacia diferentes hermanos, quienes comparten con Juan la experiencia vivida en el hogar de Gayo y como su conducta reflejaba abiertamente que “andaba en la verdad”. Recordemos el deseo que nace del corazón del apóstol Pablo hacia los hermanos de Filipenses quienes se habrían comportados generosamente con él (Fil 4:14-19).

“Andas en la verdad”, esta frase implica un camino de integridad en el cual sus palabras y sus acciones van de la mano. Juan expresa su alegría al escuchar que sus “hijos espirituales” se conducen de esta forma, alegría que no es opacada por la mala conducta de otros.

La hospitalidad
Juan destaca la hospitalidad de Gayo, característica que debía ser muy ejercitada por los creyentes en este tiempo misionero (Ro 12:13; 1 P 4:9). Recordemos este hermoso verso de Hebreos 131:2 “No os olvidéis de la hospitalidad, porque por ella algunos, sin saberlo, hospedaron ángeles”. El ser hospedador también era una condición necesaria especialmente en los ancianos de cada comunidad (1° Ti 3:2; Tit 1:8).

El orgullo y la ambición versus el buen testimonio
También habían llegado a los oídos de Juan el currículum de Diótrefes, un líder de la congregación, a quien le gustaba ser el primero de todos, tenía un problema de superioridad y un deseo de poder que abusaba dictatorialmente de su autoridad, no reconociendo a los enviados y por ende no reconocía la autoridad apostólica de Juan, situación que el mismo Apóstol verá en una próxima visita a la congregación.
Pero, también observamos en Diótrefes, realiza otras actividades malvadas en contra del anciano Juan, denigrándolo y no hospedando y prohibiendo que alguien recibiera a los misioneros que llegaban a Éfeso predicando la palabra y que sin duda esta última situación traía mayor amargura al anciano apóstol.
No imites lo malo, sino lo bueno y en esto último expone el buen ejemplo de Demetrio, un contraste totalmente opuesto, y observamos que este hermano tiene una reputación avalada por el mismo Juan, ya que su genuino comportamiento era evidente en toda la congregación.

CONCLUSIÓN
Esta tercera epístola nos expone sobre el daño que puede ocasionar en la Iglesia cuando nuestro accionar no es “andar en la verdad”. Tres ejemplos de creyentes que están en las congregaciones y cuyo testimonio debe ser confrontado a la verdad.
Culminan estas líneas motivando al hermano Gayo con la esperanza de volver a contactarse pero no mediante cartas sino encontrarse y hablar personalmente.


Bendiciones.

COMISION ESCUELA DOMINICAL 2011