jueves, 19 de enero de 2012

LECCION DOMINGO 22 DE ENERO DEL 2012

“Los llamados de Jesús”
Lección: Mateo 11:20-30
Texto: Juan 3:35-36
Domingo 22 de Enero de 2012

Introducción: Si pudiéramos viajar al pasado, seguramente una cosa que nos gustaría ver sería el ministerio de Jesús. Pero más importante sería mirar los llamados que él hizo. En la lección de hoy, tenemos dos importantes llamados, uno de connotación negativa, y el otro de connotación positiva. Veámoslos a continuación.

DESARROLLO: El primero de ellos tiene que ver con la reconvención que hace sobre las ciudades impenitentes (v.20-24). Los milagros de Jesús tenían un propósito, que la gente se arrepintiera. Que ya que algunos no creían a las palabras de Jesús, por lo menos creyeran a sus obras. Las expresiones: “¡Ay de ti, Corazín! ¡Ay de ti Betsaida! Es una dura sentencia. En el día del juicio será más tolerable el castigo para Tiro y para Sidón, y también para Sodoma y Gomorra, ciudades que en la historia bíblica fueron un triste ejemplo de pecado y maldad. La pregunta es ¿por qué? La respuesta la da el mismo Jesús: Porque si en esas ciudades se hubieran hecho los milagros que se han hecho en Corazín y Betsaida, tiempo ha que se hubieran arrepentido. La idea que desea plasmar Jesús es, que en el día del juicio, también influirá la luz que haya recibido un lugar o las personas en cuanto al testimonio de Jesús.
El segundo llamado, es a descansar en él (v.25-30). Dentro de los textos más conocidos del nuevo testamento está el párrafo que corresponde a la porción de hoy, y que dice: “Venid a mi todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar”. A Jesús no solo hay que conocerlo, sino que también disfrutarlo. La mejor bendición para el creyente es aprender a descansar en Cristo. No cualquiera le conoce. Jesús mismo enseña que: “Nadie conoce al Hijo, sino el Padre, ni al Padre conoce alguno, sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo lo quiera revelar”. Por eso es importante conocer a Cristo y las bendiciones que de él fluyen para nosotros. El mundo en el que nos desenvolvemos nos cansa, Cristo nos descansa y nos hace reposar seguros.

Conclusión: Jesús concluye su invitación con otra invitación: “Llevad mi yugo sobre vosotros”. La religión de los rabinos y los religiosos judíos esclavizaba a la gente, y en muchos momentos los ahogaba, por eso servir a Dios en la forma farisea, era más bien una esclavitud. Tantas reglas por cumplir. Jesús nos pide que nos enyuguemos con él, “porque su yugo es fácil, y ligera su carga”. El desafío para nosotros es aprender de Cristo. Él fue manso y humilde de corazón. Esa es la receta para nosotros, para hallar descanso para nuestras almas. Con Cristo, cumplir con los mandatos de Dios es posible, y además una bendición.





“Juan el bautista”
Lección: Mateo 11:1-19
Texto: Isaías 61:1
Domingo 15 de Enero de 2012

Introducción: Juan el bautista es un personaje especial en el nuevo testamento. Es un poco enigmático, y a la vez, un hombre de fuerte carácter y de un discurso fuerte y directo. La Biblia dice que él era el precursor del mesías.
En cierto sentido era un gigante de la fe. Pero en el pasaje de hoy lo vemos titubeando y enviando sus mensajeros a Jesús. También observamos la defensa que hace Jesús de Juan el Bautista. Miremos estas tres actividades por separado.

DESARROLLO: En primer lugar las dudas de Juan (v.2-3) Debemos recordar que Juan el bautista se encontraba preso, justamente por predicar un mensaje confrontador. Las dudas vienen sobre él. ¿Es realmente Cristo el que había de venir, o esperaremos a otro? Seguramente, las dudas tienen que ver con las noticias que él recibía del ministerio público de Jesús, de juntarse con pecadores y publicanos. La enseñanza de éste pasaje es, que aunque tengamos grandes victorias, o seamos gente muy importante en la obra del Señor, las dudas pueden llegar en cualquier momento. Lo que hizo Juan, debe ser nuestra enseñanza. Llevar las dudas a Jesús.

En segundo lugar, los mensajeros de Juan (v.4-6) Ellos llevan la consulta de Juan a Jesús. Lo grande es que Jesús no los reprocha ni a ellos ni a Juan. Les pide que le lleven las noticias de lo que ven y oyen del ministerio público de Jesús. La duda de Juan era si Jesús era el mesías. Jesús muestra las credenciales de su mesiazgo, que son las obras portentosas que Dios hacía a través de él: “Los ciegos ven, los ojos andan, los leprosos son limpiados, los sordos oyen, los muertos son resucitados, y a los pobres es anunciado el evangelio”. Lo que Jesús hacía era una prueba más que suficiente de su mesiazgo.

En tercer lugar, la defensa de Jesús (v.7-15) Cristo Jesús defiende como nadie tanto la persona, como el ministerio de Juan el bautista. Lo hace con preguntas: ¿Qué salisteis a ver al desierto? ¿Una caña sacudida por un viento? O a ¿un hombre cubierto de vestiduras delicadas? Lo que el maestro quiere enseñar es que Juan el bautista no es una persona que anda cambiando de opinión a cada rato.

Jesús reafirma que Juan era su mensajero que le había preparado el camino, y que no hay otra persona nacido de mujer más grande que Juan. Además añade una verdad importante para la cristiandad. Los profetas y la ley profetizaron hasta Juan.


Conclusión: Jesús cierra sus comentarios comparando a la generación del tiempo de Juan el bautista, con una generación de gente taimada, igual a los niños que cuando juegan se enojan y no quieren participar de los juegos con los demás. De la misma manera, a Cristo lo critican por juntarse con pecadores, y ser muy condescendiente con ellos, y al contrario a Juan lo criticaban por sus dudas y por no juntarse con los pecadores, tal vez pensando que era muy duro y áspero. Cada uno, Juan y Jesús, tenían un rol que cumplir y, así lo hicieron.

jueves, 5 de enero de 2012

LECCION DOMINGO 08 DE ENERO DEL 2012

“Seguir a Cristo”
Lección: Mateo 10:34-42
Texto: Miqueas 7:6-7
Domingo 08 de Enero de 2012


Introducción:
Seguir a algo o a alguien, depende, de los gustos o las pasiones de las personas. Las hinchadas de los equipos de fútbol populares de cada país o región son el fiel reflejo de ello. Pero, seguir a Cristo es otra cosa. Jesús mismo lo expresó de la siguiente manera: “y el que no toma su cruz y sigue en pos de mí, no es digno de mi”. Seguir a Cristo implica para cada creyente al menos dos realidades. Analicémoslas a continuación.


DESARROLLO
La primera realidad es que seguir a Cristo causa divisiones (v.34-39). La principal división es en la familia. Si bien la llegada del evangelio es de bendición para una familia, también es causa de disensión. No todos los miembros de una familia aceptan el que uno de los suyos siga a Cristo. Es triste tener dificultades en la vida, pero es más triste cuando los problemas vienen de la familia. La Biblia dice: “y los enemigos del hombre serán los de su casa”. Añade también las escrituras, que la disensión será entre un hombre y su padre, entre la hija y su madre y entre la nuera con su suegra. Con razón un poeta escribió en la letra de un hermoso himno pentecostal: “Las amistades y todos mis parientes, fueron la gente que yo relacioné. Me aborrecieron por causa de su nombre, cuando supieron que a Cristo me entregué”. Por eso la sentencia en la enseñanza de Cristo es: “El que ama a padre o madre más que a mí, no es digno de mí”. Lo que quiere decir Cristo es que si nuestra familia es impedimento para servir a Dios, siempre debemos preferir a Dios. A su tiempo El actuará con la familia.

La segunda realidad es que seguir a Cristo trae recompensas (v.40-42). Seguir a Cristo no es gratis. Tiene sus dificultades, ya las hemos visto en las enseñanzas anteriores: Persecuciones y disensiones. Pareciera que así no dan ganas de servir a Dios. Pero Dios que es bueno nos clarifica que también tiene su lado hermoso. Seguir a Cristo tiene recompensas. Lo increíble es que Jesús mismo enseña que cuando recibimos a uno de sus discípulos, a él mismo recibimos, y si recibimos a Cristo, debemos recibir a los que él envía. En ese recibir a los enviados de Dios, podemos recibir a un profeta o a un justo, cuando esto hacemos, recompensa de profeta o de justo se recibirá. Es más, aún el sencillo gesto de compartir un vaso de agua con algún pequeño, también se recibirá recompensa.

Conclusión
Seguir a Cristo tiene muchos desafíos. Algunos aman mucho su vida y no la quieren perder. A veces las dificultades de la fe cristiana nos hacen cuestionar la fe. Pero en la Biblia no encontramos en ninguna parte una frase que diga que no tendremos dificultades. Más bien la Biblia nos enseña a soportar las dificultades. Acá Jesús enseña que “el que halla su vida, la perderá; y el que pierde su vida por causa de él la hallará”. En Cristo tenemos la vida eterna asegurada.“A quién se debe temer”





Lección: Mateo 10:26-33
Texto: 2 Timoteo 2:11-12
Domingo 01 de Enero de 2012


Introducción
Los temores son parte de la vida del hombre. Desde pequeños crecemos con el susto del cuco, el viejo del saco, o el miedo a algo. La lección anterior nos hablaba de las persecuciones venideras. Seguramente hablar de persecuciones asusta a muchos.



DESARROLLO
En la lección de hoy, Jesús nos dice “así que, no los temáis”. Él está hablando de aquellos que causan o provocan las persecuciones, y en ese contexto nos enseña a quién debemos temer y a quién no. Veámoslas por separado.

En primer lugar, a quién no debemos temer (v.28-31). Jesucristo nos enseña que no debemos temer a los que matan el cuerpo. Las persecuciones justamente traen como resultado en algunos casos la muerte de los que son perseguidos, y si bien asustan, las palabras de Jesús prendieron el corazón de muchos creyentes en medio de la persecución, y que murieron en los circos romanos, quemados o comidos por las bestias hambrientas, sean éstas jaurías de perros, leones, osos o jabalíes salvajes, etc.

El cuidado de Dios siempre estará presente hacía los suyos. Él sabe aún cuantos cabellos tenemos en nuestra cabeza (v.30) y que nosotros valemos mucho más que los pajarillos, quienes viven al cuidado y al amparo de Dios. La sentencia de Jesús es “No temáis” (v.31) La idea que quiere compartir Jesús es que aunque nos maten, no nos pueden quitar nuestra fe. Nuestra vida está escondida en Dios. No debemos avergonzarnos de Cristo por temor a la muerte, porque nada hay encubierto que no haya de ser manifestado, ni oculto, que no haya de saberse. El seguidor de Cristo debe sentirse orgulloso de expresar su fe. Nos ayude el Señor a soportar las aflicciones y persecuciones por la causa de Cristo.

En segundo lugar, a quién debemos temer (v.28). Jesús enseña claramente que lo que debemos temer es, a aquél que puede destruir el alma y el cuerpo en el infierno. El temor para el creyente, por lo tanto, tiene que ver con la vida eterna, no con la vida terrena. La vida terrena es pasajera y como le contestó Jesús a Marta la hermana de Lázaro, cuando éste estaba muerto: “el que cree en mí, aunque este muerto vivirá”. El pensamiento que comparte, es que el creyente aunque muera, está vivo. Su vida no se acaba, continua en la eternidad, y si en la eternidad estamos en el infierno y lejos de Dios, esa es la verdadera muerte. Pablo le escribe a los romanos: “Sea que vivamos o que muramos, somos del Señor”. Esa es la seguridad del creyente.



Conclusión
Dar testimonio público de nuestra fe aunque nos cueste la vida humana, tiene relación con lo que pasará en la vida eterna. Cualquiera pues que confiese a Cristo delante de los hombres, yo también, dice Jesús, le confesaré delante de mi Padre que está en los cielos, y cualquiera que niegue a Jesús delante de los hombres, él también lo negará delante de su Padre que está en los cielos. ¿A quién se debe temer? No es a los hombres, porque a lo más nos quitarán la vida terrena, pero no nos pueden quitar nuestra fe que nos conduce a la vida eterna.




COMISION EE DD 2012