lunes, 2 de julio de 2012

LECCION ESCUELA DOMINICAL DOMINGO 08 DE JULIO DEL 2012

“La gran revelación”
Lección: Mateo 16:13-20
Texto: Juan 6:68-69
Domingo: 08 de Julio del 2012


INTRODUCCIÓN:
Estando en la región de Cesarea de Filipo, ubicada a varios kilómetros al norte del mar de Galilea, gobernada por el Tetrarca Felipe, se produce una conversación privada entre Cristo y sus discípulos, sobre Sí mismo, y les pregunta… “¿Quién dicen los hombres que es el Hijo del Hombre?”. Siendo Dios mismo, o poder denominarse el hijo de Dios, prefiere llamarse “el hijo del hombre”… ¡Que humildad!
También esta expresión denota el hecho glorioso de su Encarnación, el Mesías prometido.


DESARROLLO:
Jesús inquiere sobre los pensamientos del pueblo sobre Él, entendiendo la influencia religiosa de los fariseos y saduceos, manifiestos enemigos de Jesús, pero con una gran reputación e influencias al interior de las multitudes.

A esta interrogante, los discípulos responden que Jesús era: Juan El Bautista (Herodes pensaba así, Mt.14:2), otros decían que era uno de los grandes profetas que había resucitado, basado en Deuteronomio 18:18 “Profeta les levantaré de en medio de sus hermanos, como tú”, o interpretando el libro de Malaquías 4:5, que se refiere al profeta Elías, desconociendo la real dimensión, ya que preferían pensar en algún profeta resucitado, que pensar en Jesús como el Ungido, el Mesías, el Cristo.

Pero luego les consulta a ellos, “Y vosotros…”
Ellos tenían más información de Jesús que cualquier otra persona o religioso, habían estado con Él, caminado con Él, instruidos por Él, bendecidos por Él, vivían con Él, por lo cual, podrían dar un testimonio claro de su divinidad.
Pedro responde con prontitud, pero también con veracidad, “Tú eres el Cristo, el hijo del Dios viviente”. La gente le llamaba profeta, pero sus discípulos le reconocen como el Mesías (Cristo: es la traducción Griega del término Hebreo Mesías).

Esta respuesta fue confirmada por Jesús, y le menciona que dichas palabras tiene un origen divino y celestial, una revelación proveniente de Dios su padre, por lo cual, destaca la alegría en Pedro, llamándole “Bienaventurado”, por la fe gloriosa que había manifestado.

Esta revelación es considerada por Jesús como base de su Iglesia, y con una promesa gloriosa de victoria, y dice “y Las puertas del hades no prevalecerán sobre ella”.
Muchas veces se ha considerado erróneamente a Pedro como la “roca” o como algún tipo de superioridad espiritual, aunque Jesús le dice “A ti te daré las llaves del reino de los cielos…” (No de la Iglesia), en la bendición gloriosa de predicar la palabra y miles arrepintiéndose tanto judíos como gentiles, entraran al reino (Hch. 2:37; 10:34).

CONCLUSIÓN:
Finalmente Pedro recibe la autoridad, para “atar y desatar”, que luego fue traspasado a todos los que creen en Cristo, su Iglesia, (18:18), por lo cual, las expresiones del maestro a Pedro, no corresponden a la constitución de un “primado superior”, sino que simplemente equivalen a la atribución para aplicar, la disciplina eclesial con tal autoridad, que todo lo que sus ministros hagan en la tierra, se confirma en los cielos.


COMISION EEDD 2012