lunes, 22 de agosto de 2011

LECCION DOMINGO 28 DE AGOSTO DEL 2011

“Los herederos del reino y la limosna”
Lección: Mateo 6: 1 – 4.
Texto: 2º Corintios 9: 6.
Domingo 28 agosto 2011.



INTRODUCCION
Los herederos del reino deben ser motivados por una verdadera justicia interior, la cual deben poseer y practicar. Esta justicia los introduce a la comunión con Dios como Padre. Tal comunión y su consecuente justicia se anticipan a la cruz donde se hizo posible esta posesión.


DESARROLLO
El término hipócrita, según se usa aquí, se refiere a la persona que hace buenas obras solo por apariencia, no por compasión ni ningún otro motivo bueno. Sus acciones pueden ser buenas pero sus motivos son malos. Esos actos vacíos son su recompensa, mientras que Dios premiará a los que son sinceros en su fe.
Cuando Jesús dice «no sepa tu mano izquierda lo que hace tu derecha», quiere significar que nuestros motivos para dar deben ser puros. Es fácil dar con motivos mixtos, hacer algo en favor de alguien si nos va a beneficiar en alguna manera. Los creyentes debieran evitar todo artificio y dar solo por la satisfacción de dar y así responder al amor de Dios.

¿Cuál es su motivación al dar?
Es muy fácil dar por reconocimiento y alabanza. Para asegurarnos de que nuestros motivos no son egoístas debiéramos realizar nuestras buenas obras quieta y silenciosamente, sin esperar recompensa. Jesús dice que debemos revisar nuestros motivos en cuanto a generosidad (6.4), oración (6.6) y ayuno (6.18). Estas obras no deben ser egocéntricas, sino teocéntricas, y no para hacernos lucir bien, sino para hacer a Dios lucir bien. La recompensa que Dios promete no es material y nunca es dada a los que la buscan. Hacer algo solo para nosotros no es un sacrificio de amor. Cuando tenga la oportunidad de hacer una buena obra, pregúntese: «¿Haría esto aunque nadie lo supiera?»


CONCLUSION
A través de esta enseñanza podemos descubrir 3 formas farisaicas de piedad: la limosna, la oración y el ayuno.

Para que sea tu limosna en secreto. La tradición judía decía que había en el templo una cámara de secretos, donde los fieles depositaban sus limosnas en secreto, para que los pobres pudiesen recibir ayuda de ella en secreto.
En cada oportunidad que tenemos de dar, que el secreto sea nuestro compañero y que el anhelo de recibir a cambio sea reemplazado por la alegría de saber que estamos invirtiendo en el reino de los cielos.

COMISION 2011

miércoles, 17 de agosto de 2011

LECCION DOMINGO 21 AGOSTO 2011

“El amor hacia los enemigos”
Lección: Mateo 5: 38 – 48.
Texto: Lucas 6: 27, 28.
Domingo 21 agosto 2011.


INTRODUCCION

El propósito de Dios al dar esta Ley era ofrecer misericordia. Se dijo a los jueces: «que el castigo sea acorde al delito». No era una guía para la venganza personal. Su propósito era limitar la venganza y ayudar al juez a aplicar castigos que no fueran ni estrictos ni livianos. Algunas personas, sin embargo, estaban usando esta frase para justificar la venganza. La gente todavía trata de excusar sus actos de venganza diciendo: «Estaba cobrándome lo que me hizo».

Cuando somos agraviados, con frecuencia nuestra primera reacción es buscar desquite.


DESARROLLO

Jesús nos dice que debiéramos hacer el bien a los que nos causan daño. No debemos guardar resentimientos, sino amar y perdonar. Esto no es natural: es sobrenatural, y solo Dios puede darnos la fuerza para amar como Él lo hace. En lugar de buscar venganza, ore por los que lo hieren.

Para muchos judíos de ese tiempo, estas declaraciones eran ofensivas. Un mesías que daba la otra mejilla no podía ser el líder militar que esperaban que encabezara una revuelta contra Roma. Como estaban bajo la opresión romana, soñaban con represalias contra sus enemigos. Pero Jesús sugirió una nueva respuesta a la injusticia. En lugar de demandar nuestros derechos, debemos cederlos. La declaración radical de Jesús dice que es más importante impartir justicia y misericordia que demandarlas.

Al llamarnos a no tomar represalias, Jesús nos libra de tomar la justicia en nuestras manos. Al orar y amar a nuestros enemigos en lugar de buscar represalias podemos vencer el mal con el bien.

Los fariseos interpretaban que Levítico 19.18 enseñaba que se debía amar a los que amaban, y que Salmos 139.19–22 y 140.9–11 instaba a odiar a los enemigos. Pero Jesús les dijo que debían amar a sus enemigos. Si ama a sus enemigos y los trata bien, demuestra que Jesús es el Señor de su vida. Esto lo logran los que se dan totalmente a Dios, porque solo Él puede liberar al hombre de su egoísmo natural. Debemos confiar en que el Espíritu Santo nos ayuda a amar a aquellos por quienes no sentimos amor.
¿Cómo podemos ser perfectos?
(1) En carácter. En esta vida no podemos ser impecables, pero podemos aspirar a ser más semejantes a Cristo.
(2) En santidad. Como los fariseos, debemos separarnos de los valores pecaminosos del mundo.
(3) En madurez. No podemos lograr tener el carácter de Cristo y vivir en santidad de golpe y porrazo, pero podemos luchar por la perfección. Así como esperamos una conducta diferente de un bebé, de un niño, de un adolescente y de un adulto, Dios espera actitudes diferentes de nosotros, según nuestro nivel de desarrollo espiritual.

(4) En amor. Podemos buscar amar a los demás como Dios nos ama. Uno es si su conducta es apropiada para su nivel de madurez: perfectos, pero aún con mucho espacio para crecer. Nuestra tendencia a pecar nunca debe detenernos en el empeño de ser cada vez más semejantes a Cristo. Él llama a todos sus discípulos a la excelencia, a superar el nivel de mediocridad y a madurar en todo, hasta llegar a ser como Él es. Los que se esfuerzan por llegar a la perfección un día lograrán ser perfectos como Él es perfecto (1 Jn 3.2).


CONCLUSION

Lo principal es entender que el amar es una decisión y no un sentimiento. El Señor nuestro Dios ha puesto en nosotros la capacidad de tomar decisiones que pueden afectar nuestra vida en forma positiva o negativa, y amar sin esperar nada a cambio fue uno de los mayores ejemplo que el Señor Jesús nos dio.

Ahora en vista de esto, este ejemplo debería ser una constante en nuestra vida como creyente porque la falta de amor a nuestro prójimo no tiene cabida en el Reino de Dios. Siempre que nos encontremos en la encrucijada de decidir amar o no amar debería estar guardado en el tesoro de nuestro corazón Romanos 8: 28 “A los que aman a Dios todas, pero todas las cosas les ayudan a bien”. Cada experiencia vivida es necesaria para perfeccionarnos.



COMISION EE DD

2011

martes, 9 de agosto de 2011

LECCION 14 DE AGOSTO DEL 2011

“Jesús cumple la ley”
Lección: Mateo 5: 27 – 37.
Texto: Romanos 7: 7.
Domingo 14 agosto 2011.


INTRODUCCION
La Ley del Antiguo Testamento dice que no se puede tener relaciones sexuales con otra persona que no sea su cónyuge (Éx 20.14). Pero Jesús dijo que el deseo de tener relaciones sexuales con otra persona es adulterio mental y pecado. Jesús enfatizó que si el acto es equivocado, también lo es la intención. Ser fiel al cónyuge con el cuerpo y no con la mente es romper la confianza que es vital para un matrimonio sólido. Jesús no está condenando el interés natural en el sexo opuesto ni el deseo sexual sano. Está condenando el dejar deliberada y repetidamente que la mente se llene de fantasías que serían malas si se hicieran realidad.


DESARROLLO
Algunos creen que si los pensamientos lujuriosos son pecado, ¿por qué no consumarlos de una vez? Porque es peligroso en varios sentidos:
(1) sería excusar el pecado en vez de buscar formas de evitarlo;
(2) destruye matrimonios;
(3) es una rebelión deliberada contra la Palabra de Dios; y
(4) siempre hiere a otro, además de a uno mismo.
El acto pecaminoso es más peligroso que el deseo pecaminoso, y por eso no debe consumarse.

Sin embargo, los deseos pecaminosos son igualmente dañinos a la virtud. Descuidarlos podría traer como consecuencia acciones erróneas y alejamiento de Dios.

El divorcio es tan hiriente y destructivo hoy como lo fue en los días de Jesús. Dios quería que el matrimonio fuera una entrega de por vida (Génesis 2.24). Cuando optan por el matrimonio, las personas nunca deben tener el divorcio como una opción para resolver sus problemas ni como una forma de escapar de una relación que aparentemente está muerta. En estos versículos, Jesús también está atacando a los que a propósito quebrantan el contrato matrimonial, y se divorcian para satisfacer sus deseos lujuriosos contrayendo matrimonio con otra persona. ¿Están sus acciones fortaleciendo su matrimonio o lo están desgarrando?
Jesús dijo que el divorcio no es permitido «salvo por causa de fornicación». Esto no significa que el divorcio debiera ocurrir al instante en que uno se entera de la infidelidad del cónyuge. Uno debiera primero intentar perdonar, reconciliarse y restaurar las relaciones. Debemos buscar maneras de restaurar nuestro matrimonio en vez de buscar excusas para romperlo.
En este pasaje, Jesús enfatiza la importancia de decir la verdad. La gente rompía sus promesas y empleaba un lenguaje sagrado ligero y descuidado. Mantener los votos y las promesas es importante, porque ayuda a establecer confianza y hace posible las relaciones humanas serias. La Biblia condena el hacer votos a la ligera, el dar la palabra y no cumplirla y el jurar en vano por el nombre de Dios (Éx 20.7; Lev. 19.12; Nm 30.1, 2; Dt. 19.16–20). El juramento es necesario en ciertas situaciones solo porque vivimos en una sociedad pecaminosa que engendra desconfianza.

Los votos y los juramentos eran comunes, pero Jesús dijo a sus seguidores que no debían jurar, que su palabra debía bastar (Stg. 5.12). ¿Se le conoce a usted como una persona de palabra? La veracidad parece ser algo tan raro que sentimos que debemos finalizar nuestra declaración con un «lo juro». Si decimos siempre la verdad, no tendremos necesidad de respaldar nuestras palabras con una promesa o juramento.


CONCLUSION:
Todo pecado se genera en la mente, por eso es tan importante que cada día nos pongamos el yelmo que es la palabra de Dios implantada en nuestra mente. Los principios de Dios deben estar arraigados en nosotros para que vivamos en libertad de las consecuencias del pecado. La escritura dice “que tu si sea si y que tu no sea no”. Esto nos indica que nuestra palabra debe tener un peso.

No debería ser que cada vez que digamos algo lo tengamos que respaldar con un juramento, demostrando con ello que nuestra palabra no es fiable.


COMUNICACIONES
IUMP

jueves, 4 de agosto de 2011

LECCION DOMINGO 07 DE AGOSTO DEL 2011

“Jesús y la ley mosaica”
Lección: Mateo 5: 17 – 26.
Texto: Lucas 16: 17.
Domingo 07 agosto 2011.

INTRODUCCION: Dios nos dio las leyes morales y ceremoniales para ayudarnos a amarle con todo el corazón. A través de la historia de Israel, sin embargo, estas leyes fueron citadas inexactamente y aplicadas erróneamente. En el tiempo de Jesús, los líderes religiosos habían convertido la Ley en una masa confusa de reglas. Cuando Jesús se refirió a una nueva forma de comprender la Ley de Dios, no estaba sino llevando a la gente a su propósito original. No habló contra la Ley en sí misma, sino contra los abusos y excesos a los que ella estaba sujeta.

DESARROLLO: Si Jesús no hubiera venido a abolir la Ley, ¿estarían todas las leyes del Antiguo
Testamento todavía en vigencia? En el Antiguo Testamento, había tres categorías de Ley: ceremonial, civil y moral.
1) La ley ceremonial estaba relacionada específicamente con la adoración de Israel (Lev 1:2, 3). Su propósito primario fue señalar a Cristo Jesús. Estas leyes, sin embargo, dejaron de ser necesarias después de la muerte y resurrección de Jesús. Si bien es cierto que ya no estamos atados por las leyes ceremoniales, los principios que los respaldan, adorar y amar al Dios santo, son todavía aplicables. Los fariseos con frecuencia acusaban a Jesús de violar las leyes ceremoniales.

(2) La ley civil era la Ley de Dios que tenía que ver con el vivir diario de Israel (Dt 24:10, 11). Por el hecho de que la cultura y la sociedad modernas son radicalmente diferentes, todas estas directivas no pueden seguirse al pie de la letra. Pero los principios que las sustentan no tienen fin y deben guiar nuestra conducta. Jesús los cumplió para dar el ejemplo.

(3) La ley moral (como los Diez Mandamientos) es mandato directo de Dios y requiere obediencia estricta (Éx. 20.13). Como revela la naturaleza y la voluntad de Dios, se aplica todavía hoy. Jesús obedeció la ley moral en su totalidad.
Algunos en el grupo eran expertos en decir a los demás lo que debían hacer, pero pasaban por alto lo más importante de las Leyes de Dios. Jesús clarificó que obedecer la Ley de Dios era más importante que explicarla. Es mucho más fácil estudiar la Ley de Dios y decir a otros que la obedezcan que ponerla en práctica. ¿Cómo le va a usted en su obediencia a Dios?.

Los fariseos eran exigentes y escrupulosos en el cumplimiento de la Ley. ¿Cómo puede Jesús, razonablemente, llamarnos a una mayor justicia que la de ellos? La debilidad de los fariseos radicaba en que se sentían satisfechos obedeciendo la Ley en lo exterior sin permitir que cambiara sus corazones (actitudes). Jesús dijo que la calidad de nuestra piedad tiene que ser superior a la de los fariseos. Podemos aparentar piedad y seguir lejos del Reino de Dios. Él juzga nuestros corazones y nuestras obras. Es en el corazón donde en verdad radica la sumisión. Cuidemos nuestras actitudes, que la gente no ve, y las acciones que todos ven.
Jesús decía a sus oyentes que necesitaban una piedad totalmente distinta (amor y obediencia), no una versión más intensa de la piedad de los fariseos. Nuestra bondad debe
(1) proceder de lo que Dios hace en nosotros, no de lo que podemos hacer nosotros mismos,
(2) estar centrada en Dios, no en nosotros,
(3) estar basada en la reverencia a Dios, no en la aprobación de la gente,
(4) e ir más allá del solo hecho de cumplir con la Ley amando los principios que la respaldan.

Cuando Jesús dijo: «Pero yo os digo» no estaba aboliendo la Ley ni agregando sus propias opiniones. Más bien estaba ofreciendo una explicación completa de por qué Dios hizo tal Ley. Por ejemplo, refiriéndose a que Moisés dijo: «No matarás», Jesús enseñó que «cualquiera que se enoje contra su hermano, será culpable de juicio». Los fariseos leían esta Ley y, como jamás habían matado, se sentían muy rectos. Sin embargo estaban tan enojados con Jesús que ya pronto estarían planeando matarlo, aunque no con sus propias manos. Perdemos la verdadera intención de la Palabra de Dios cuando leemos sus normas para la vida sin procurar comprender por qué las dio. ¿Cuándo guarda uno las normas de Dios pero pasa por alto su verdadera intención?

Asesinar es un pecado terrible pero la cólera es un gran pecado también porque viola el mandato de Dios de amar. La ira, en este caso, se refiere a la amargura creciente en contra de alguien. Es una emoción peligrosa que puede llevar a la pérdida de dominio propio, y puede conducir a la violencia, al daño emocional, a una tensión mental creciente y a otros resultados destructivos. La cólera impide que desarrollemos un espíritu agradable para Dios. ¿Alguna vez se ha sentido orgulloso de no haber cometido el error de decir decir lo que tenía en la mente? El dominio propio es bueno pero Cristo quiere que dominemos también nuestros pensamientos. Jesús dijo que seremos juzgados aún por nuestras actitudes.

CONCLUSION: El ser humano tiene la capacidad de poder aparentar para hacer creer que somos algo, pero en el reino de Dios esteremos lejos de sus propósitos “Él juzga nuestros corazones y nuestras obras”. Como es en corazón donde vive la verdadera sumisión. Debemos cuidar nuestras actitudes, lo que la gente no ve.
Ya sabemos que si nos enojamos con un hermano, somos culpables de juicio. Solo es letra muerta en nuestra vida, cuando leemos los principios de la Palabra de Dios si no los aplicamos como norma de nuestra conducta diaria.