jueves, 27 de octubre de 2011

LECCION DOMINGO 30 DE OCTUBRE DEL 2011

“Jesús calma la tempestad”
Lección: Mateo 8: 18 - 27
Texto: Marcos 8: 34
Domingo 30 de Octubre 2011


Introducción
A Jesús, lo presentaban como el Señor de la creación y el que tiene el control del mundo de los demonios.
Seguir a Jesús no siempre es fácil. Con frecuencia implica pagar un alto costo y sacrificio, sin recompensa terrena ni seguridad. Jesús no tuvo un lugar que pudiera haber llamado hogar. Quizás para usted el costo de seguir a Cristo será perder popularidad, amistades, tiempo de descanso o hábitos. Pero si bien el costo de seguir a Cristo puede ser alto, el valor de ser discípulo de Cristo es una inversión que repercute por la eternidad y rinde increíbles recompensas.

Desarrollo:
El poder de Rey sobre la naturaleza y los demonios
V. 18 – 21. Jesús terminó el sermón que había dado en una colina cercana a Galilea y luego volvió a Capernaum. Al cruzar con sus discípulos el mar de Galilea, Jesús calma la furia de una tormenta. Pero los discípulos verían otro milagro más, en el territorio gentil de los gadarenos, en el que Jesús ordenó a los demonios salir de dos hombres.
Es posible que este discípulo no estaba pidiendo permiso para ir al funeral de su padre, sino que deseaba esperar que su anciano padre falleciera antes de seguir a Cristo. Tal vez era el primogénito y deseaba estar seguro de recibir su herencia. Tal vez no quería enfrentar el enojo de su padre por abandonar los negocios de la familia para seguir a un predicador itinerante. Sea que se tratara de una seguridad financiera, una aprobación familiar o cualquier otra cosa, no estaba dispuesto a seguir a Jesús en aquel preciso momento. Jesús no aceptó sus excusas.

V. 22. Jesús siempre fue directo con los que le seguían. Se aseguró de que calcularan el costo de seguirle y que no pusieran condiciones. Como Hijo de Dios, no titubeó en demandar lealtad total. Aun el dar sepultura al muerto no debía tener prioridad sobre sus demandas de obediencia. Su desafío directo nos fuerza a preguntarnos acerca de nuestras prioridades al seguirle.
La decisión de seguir a Cristo no debiera ser relegada, aun cuando un acontecimiento importante esté a punto de tener lugar. Nada debiera ocupar el lugar de una entrega total a Cristo.

V. 23 Pudo haber sido un bote de pesca porque muchos de los discípulos de Jesús eran pescadores. Josefo, un historiador de la época, escribió que usualmente había más de trescientos botes pesqueros en el Mar de Galilea. Este bote tenía espacio para dar cabida a Jesús y a sus doce discípulos y era impulsado por medio de remos y velas. Durante la tormenta, sin embargo, las velas se bajaban para que no se rompieran y facilitar el control del bote.

V: 24. El mar de Galilea posee un caudal de agua poco común. Es relativamente pequeño (21 km de largo por 11 de ancho). Yace 208 m bajo el nivel del mar y su profundidad llega a 48 m. De un momento a otro pueden presentarse tormentas repentinas que agitan las aguas, originando olas de hasta siete metros de altura. Los discípulos se vieron atrapados sorpresivamente por la tormenta y el peligro era grande.

V. 25 – 27. A pesar de que los discípulos habían sido testigos de muchos milagros, se llenaron de pánico en esta tormenta. Como navegantes experimentados, estaban conscientes del peligro existente; lo que no sabían era que Cristo podía dominar las fuerzas de la naturaleza. Hay siempre una dimensión de nuestras vidas en la que sentimos que Dios no puede obrar, o nos deja a nuestra merced. Cuando comprendemos bien quién es Él, entendemos que Él calma lo mismo las tormentas de la naturaleza que las tormentas del corazón atribulado. El poder de Jesús que calmó esta tormenta puede también calmar las tormentas que braman en nuestras vidas. Él está dispuesto a ayudarnos si se lo pedimos.


Conclusión
Cualquiera que sea nuestra tormenta no nos olvidemos que todo está bajo control si Cristo es el capitán. El llamado de Cristo siempre tendrá un costo que debemos asumir, si queremos seguirle. El mayor costo es la renuncia personal y es ahí donde muchos se vuelven atrás por no estar dispuestos a asumir este costo.

COMISION EEDD 2011

jueves, 20 de octubre de 2011

LECCIÓN DOMINGO 23 DE OCTUBRE DEL 2011

“Sanidades de Jesús”
Lección: Mateo 8: 1 - 17
Texto: Isaías 53: 4
Domingo 23 de Octubre 2011


Introducción
Señales milagrosas demostraron a Israel que el reino se avecinaba. Fueron sanados un leproso, 1 – 4; el esclavo del centurión, 5 – 13; la suegra de Pedro, 14 – 15, y muchos otros, 16 – 17. Mateo no presenta estos milagros en forma cronológica, sino que de forma temática, para realzar el carácter judío de su Evangelio.


Desarrollo
La manifestación del Rey
V. 1 – 3. La lepra, como lo es el SIDA hoy, era una enfermedad temida porque no había cura conocida. En el tiempo de Jesús, la palabra lepra denotaba varias enfermedades similares, y algunas de ellas eran contagiosas. Si una persona la contraía, el sacerdote lo declaraba leproso y lo alejaban de su hogar y ciudad. Lo enviaban a vivir en una comunidad con otros leprosos hasta que se recuperara o muriera. Cuando el leproso rogó a Jesús que lo sanara, Jesús se le acercó y lo tocó, aún cuando su piel estaba cubierta del temido mal.

Como la lepra, el pecado es una enfermedad incurable, y todos lo tenemos. Solo el toque sanador de Cristo puede milagrosamente poner a un lado nuestros pecados y restaurarnos para que podamos vivir en plenitud. Pero primero, al igual que el leproso, debemos reconocer que no podemos curarnos nosotros mismos y pedir a Cristo su ayuda salvadora.

V. 4. La Ley demandaba que al leproso sanado lo examinara el sacerdote (Lv. 14). Jesús quiso que aquel hombre de primera mano diera a conocer su historia al sacerdote, de manera que pudiera probar que su lepra había desaparecido totalmente y que por lo tanto podía volver a su comunidad.

V. 5 – 9. El centurión pudo haber dejado que muchos obstáculos se interpusieran entre él y Jesús, como el orgullo, la duda, el dinero, el idioma, la distancia, el tiempo, la autosuficiencia, el poder o la raza, pero no lo hizo. Si no permitió que esas barreras le impidieran acercarse a Jesús, nosotros tampoco debemos permitirlo. ¿Qué lo aleja a usted de Cristo?

Un centurión era un militar de carrera en el ejército romano que tenía unos cien soldados bajo su mando. Los judíos odiaban a los soldados romanos por su tiranía y desprecio. ¡Sin embargo la fe de aquel hombre maravilló a Jesús! La fe genuina de aquel odiado gentil avergonzó la piedad estancada de muchos judíos que eran líderes religiosos.

V. 10 Jesús dijo a la multitud que muchos judíos religiosos, que podrían formar parte del Reino, serían excluidos por haber perdido su fe. Estaban muy aferrados a sus tradiciones religiosas, al grado que no podían aceptar a Cristo y su nuevo mensaje. Debemos tener cuidado en no encerrarnos en nuestras costumbres religiosas al punto de esperar que Dios obre solo en ciertas formas. No limite a Dios con sus preconceptos y falta de fe.

V. 11 - 13. «El oriente y el occidente» representan los cuatro rincones de la tierra. Toda la gente fiel a Dios se reunirá en el banquete del Mesías (Is 6: 55). Los judíos debían haber sabido que cuando el Mesías llegara, los gentiles participarían también de sus bendiciones (Is 66:12 y 19). Pero este mensaje llegó como un golpe porque estaban demasiado absortos en sus propios asuntos y destino. Cuando apelemos a las promesas de Dios, no debemos apropiarnos de ellas tan personalmente que olvidemos ver lo que Dios quiere hacer para alcanzar a toda la gente que ama.

Mateo enfatiza que el mensaje de Jesús es para todos. Los profetas del Antiguo Testamento lo sabían (Is 5:.3, 6–8; 66:12, 19; Mal 1:11) pero muchos líderes judíos neo testamentarios optaron por ignorarlo. Cada persona tiene que elegir entre aceptar o rechazar las buenas nuevas, y nadie pasa a formar parte del Reino de Dios por herencia o conexión familiar. Pedro fue uno de los doce discípulos.

V. 14 – 16. La suegra de Pedro nos da un hermoso ejemplo. Su respuesta al toque de Jesús fue servirle de inmediato. ¿Ha recibido usted la ayuda de Dios en alguna situación peligrosa o dificultosa? Si es así, debiera preguntarse: «¿Cómo puedo expresar mi agradecimiento?» Siendo que Dios nos ha prometido las recompensas de su Reino, debiéramos buscar formas de servirle ahora.

V. 17. Mateo continúa mostrando la naturaleza soberana de Jesús. Por medio de un simple toque, sanó (8.3, 15); a una simple palabra suya, los demonios huyen de su presencia (8.16). Jesús tiene autoridad sobre los poderes satánicos y las enfermedades terrenales. También tiene poder y autoridad para dominar el pecado. Las enfermedades y la maldad son consecuencias de vivir en un mundo caído. Pero en el futuro, cuando Dios limpie la tierra del pecado, no habrá más enfermedad ni muerte. Los milagros de sanidad de Jesús fueron una demostración de lo que el mundo experimentará en el Reino de Dios.


Conclusión:
En los primeros versículos de esta lección se nos deja como enseñanza que debemos declarar nuestros pecados para ser liberados de la lepra espiritual. Y en segundo lugar tenemos como ejemplo, la experiencia de este centurión que no permitió que ningún tipo de barrera le impidiera llegar a Jesús ¡qué gran ejemplo para nosotros!

Y luego como broche de oro esta la sanidad de la suegra de Pedro, la cual respondió al toque del maestro, con servicio oportuno. Debemos anhelar que estas lecciones nos sirvan de ejemplo para mostrar una vida de entrega a Dios por sus muchas misericordias.

COMISION EEDD 2011

jueves, 13 de octubre de 2011

LECCION DOMINGO 16 DE OCTUBRE 2011

“Los dos cimientos”
Lección: Mateo 7: 24 - 29
Texto: Santiago 1: 22
Domingo 16 de Octubre 2011


Introducción
Este pasaje nos muestra la preocupación que debemos tener en la construcción de nuestra vida espiritual, porque al final de la construcción se descubrirá como fue construida.


Desarrollo
v. 24 – 27. Su casa (símbolo de su vida, 7.24) resistirá las tormentas de la vida si hace lo que es correcto. Lo que usted hace no puede separarse de lo que cree.
Jesús desenmascaró a las personas que aparentaban ser religiosas pero no tenían una relación personal con Él. En el Día del Juicio, solo nuestra relación con Cristo, nuestra aceptación de Él como Señor y Salvador y nuestra obediencia a Él, será tomada en cuenta. Muchas personas piensan que si son «buenas» y aparentan religiosidad serán premiadas con la vida eterna. La fe en Cristo es lo que se tendrá en cuenta en el juicio.
El juicio es el día final de ajuste de cuentas, cuando Dios castigará el pecado y premiará la fe. Edificar «sobre la roca» es ser un discípulo atento que responde a su maestro, en vez de ser superficial e hipócrita. Practicar la obediencia se convierte en fundamento sólido para resistir las tormentas de la vida.

Como una casa de naipes, la vida del necio se tambaleará. Muchas personas no buscan deliberadamente un fundamento falso o inferior sobre el cual edificar sus vidas, sino que simplemente no piensan en cuál es el propósito de sus vidas. Muchas personas enfrentan la amenaza de la destrucción, no por terquedad sino por falta de reflexión. Parte de nuestra responsabilidad como creyentes es ayudar a otros para que se detengan y piensen en el rumbo que están siguiendo sus vidas y tengan en cuenta las consecuencias de prestar atención al mensaje de Cristo.

V. 28, 29. Los escribas (eruditos en religión) solían citar autoridades para apoyar sus argumentos e interpretaciones. Pero Jesús habló con una nueva autoridad: la suya. No tenía que citar a nadie porque Él es el Verbo (Jn 1.1).


Conclusión
En vista de lo que esta clase nos ha mostrado, creo que sería prudente y sano para nuestra vida espiritual, detenernos y dar un vistazo a nuestra construcción espiritual, ya que esta será probada.
El mundo está lleno de religiones y religiosos, pero hay una gran escases de seguidores verdaderos de Cristo, ¿él es solo su Salvador? Recuerde que debe ser el Señor de su vida y no solo su salvador. Por otra parte debemos entender que la obediencia no es completa sino hay sumisión.
¿Somos consecuentes con lo que decimos ser? No se olvide que sus palabras están siendo escuchadas y anotadas. Debemos proyectarnos en Jesús, para que nuestra casa este sobre buen cimiento.

COMISION EEDD 2011

viernes, 7 de octubre de 2011

LECCION DOMINGO 09 DE OCTUBRE DEL 2011

“Por sus frutos los conoceréis”
Lección: Mateo 7: 13 - 23
Texto: Lucas 3: 9
Domingo 09 de Octubre 2011


Introducción
Los frutos de los falsos maestros testimonian lo que son v. 15, 20; no así lo que vanamente profesan, 21 – 23; lo ilustra la diferencia ante quienes edifican sobre la roca, y los que edifican sobre la arena.

El grave problema que se nos presenta es que cuando nos presentemos delante del trono podríamos llegar a oír esta terrible respuesta “Nunca os conocí”.


Desarrollo
A los herederos del reino se les advierte sobre los falsos maestros.
V. 13 – 14. La puerta a la vida eterna (Jn 10.7–9) es «estrecha». Esto no significa que sea difícil ser cristiano. Significa que hay muchas maneras de vivir la vida, pero un solo camino para vivir eternamente con Dios. Creer en Jesús es el único camino al cielo, porque solo Él murió por nuestros pecados y nos hizo justos delante de Dios. Vivir a su manera puede no ser fácil, pero es bueno y correcto.

V. 15. Los falsos profetas aparecían con frecuencia en el tiempo del Antiguo Testamento. Profetizaban solo lo que el rey y la gente querían oír, y afirmaban que era el mensaje de Dios. Los falsos maestros eran tan comunes como lo son hoy. Jesús dice que hay que cuidarse de las personas cuyas palabras suenan a religión, pero que en verdad están motivadas por dinero, prestigio y poder. Usted puede identificarlos porque en sus enseñanzas disminuyen a Cristo y se glorifican a sí mismos.

V. 16 – 20. Debiéramos evaluar las palabras de un maestro examinando su vida. Así como el árbol se conoce por la clase de frutos que da, un buen maestro mostrará buena conducta y un carácter moral alto al intentar vivir las verdades de las Escrituras. Esto no significa que debemos expulsar a los maestros de Escuela Dominical, pastores y demás que no hayan llegado a la perfección. Todos estamos expuestos al pecado y debemos mostrar la misma misericordia que nosotros mismos necesitamos. Jesús está hablando de los maestros que deliberadamente enseñan doctrinas falsas. Debemos examinar la motivación de los maestros, la dirección que están siguiendo y los resultados que están esperando obtener.

V. 21 – 23. Algunos aficionados al deporte pueden «hablar» bien de lo que es un buen juego, pero, eso no quiere decir que pueden jugar bien. Y no todo aquel que habla del cielo pertenece al Reino de Dios. Jesús está más interesado en nuestro andar que en nuestro hablar. Él quiere que hagamos lo correcto, no que solo nos expresemos con corrección.


Conclusión
Los dos caminos v. 13, 14, recuerdan al salmo 1. Se enfatiza en la necesidad de entrar por la senda trazada por nuestro Salvador. Hoy más que nunca cuesta ser consecuente con nuestra fe.
Pero también nos sirve como un catalizador para descubrir quien verdaderamente ha hecho un cambio en su vida la cual es reflejada por los frutos.


COMISION EEDD 2011