lunes, 27 de diciembre de 2010

LECCION DOMINGO 02 DE ENERO DEL 2011

“Amándonos los unos a los otros”
Lección: 1 Juan 3: 11-18
Texto: Romanos 12:9-10
Domingo: 02 de Enero del 2011


INTRODUCCION:
Continuando con la alegría de ser llamado “hijo de Dios”, y también exponiendo sobre las características de los creyentes que no practican el pecado, el Espíritu Santo por medio de Juan continuará durante gran parte de su libro presentando su gran tema que es el “amor de Dios” y en esta lección el “amor sincero hacia los demás”.

DESARROLLO
Complementando el desarrollo clases pasadas, el autor expone sobre el mensaje que hemos “oído desde el principio”, y este es: “que nos amemos los unos a los otros”, es decir que el amor fraternal siempre ha estado en el corazón de Dios.

El amor versus odio.
Así como en las Escrituras encontramos a Dios como “el amor” manifestado en Cristo, en estos versos vemos al diablo como el originador del odio (homicida desde el principio Jn 8:44), reflejado en Caín cuando violentamente mató a su hermano Abel y de esa misma forma el mundo aborrece a los “hijos de Dios”, como Caín a su hermano.

Muestras de la nueva vida en Cristo
Una de las mayores señales de nuestra relación con Dios (padre – hijo), es que amamos a los hermanos. Estábamos en pecado y eras hijos de perdición, pero por medio de Cristo, hemos nacido de nuevo, y el motor de esta vida espiritual es el amor.
El que odia es homicida, aunque nunca llegue a tocar a su prójimo, pero en su corazón ya es homicida y por lo tanto no tiene comunión con Dios.
Pero el amor implica sacrificio y tal como el odio motiva al homicidio, el amor conlleva a dar la propia vida.

El escritor sagrado nos presenta los mayores ejemplos de “Amor”, en primer lugar, el sacrificio de Cristo Jesús en la cruz del calvario, dando voluntariamente su propia vida por amor a nosotros (Mt 20:28; Jn 10:11; He 9:14), pero que el apóstol Juan lo presenta no solamente como una acción de admiración, sino como un ejemplo a seguir (no significa que necesariamente tengamos que morir por los demás, sino que si el caso lo requiere estar dispuesto a entregarla por amor a Dios).

En el segundo ejemplo de amor en acción, es que si estamos dispuestos a dar nuestras propias vidas por amor a los demás, con mayor facilidad estaremos dispuestos a ayudar a los hermanos que están en necesidad.

El amor a los bienes de este mundo es: “amar al mundo”, y aquel que tiene como ayudar a su hermano y no lo hace “no mora el amor de Dios en él”. El apóstol Santiago nos dice en su carta… “Y si un hermano o una hermana están desnudos, y tienen necesidad del mantenimiento de cada día, y alguno de vosotros les dice: Id en paz, calentaos y saciaos, pero no les dais las cosas que son necesarias para el cuerpo, ¿de qué aprovecha?”. (Stg.2:15-16).

El amor a los hermanos debe ser en pensamiento, palabras y obras,

CONCLUSION
Es duro ver como muchas personas de nuestras congregaciones están pasando por necesidades económicas o materiales y nosotros solo nos conformamos con decir un: “estaré orando por usted”.

Decía Juan Wesley: "Haz todo el bien que puedas; por todos los medios que puedas; de todas las maneras que puedas; en todos los lugares que puedas; tantas veces como puedas; a todas las personas que puedas, por todo el tiempo que puedas".