Lección: Mateo 23: 13 - 33
Texto: Lucas 12: 1
Domingo 13 de Enero del 2013
INTRODUCCION: Ser un
líder religioso en Jerusalén era muy diferente a ser un pastor en una sociedad
secular como la de hoy. La historia de la nación, su cultura y la vida
cotidiana estaban centradas alrededor de la relación con Dios. Los religiosos
eran los más conocidos, poderosos y respetados de todos los líderes. Jesús
lanzó su punzante acusación porque el hambre de poder, dinero y posición de
aquellos líderes los había llevado a perder de vista a Dios, y su ceguedad se
esparcía por toda la nación.
DESARROLLO: Los
convertidos de los fariseos eran atraídos al fariseísmo, no a Dios. Por haberse
enfrascado tanto en los detalles de sus leyes tradicionales y regulaciones,
habían perdido de vista al que las leyes señalaban: Dios. Como religión de
obras al fin, ponían presión en la gente para que superaran a los demás en
conocimiento y obra. Un profesor hipócrita lo más probable es que tenga
estudiantes aún más hipócritas.
Guardémonos de crear
fariseos por un énfasis desmedido en la obediencia superficial a expensas de la
renovación interior. Es posible obedecer los detalles de la ley y ser
desobedientes en nuestra conducta general.
Por ejemplo, podemos ser
muy precisos y fieles en dar el diez por ciento de nuestro dinero a Dios, pero
podemos rehusarnos a dar un minuto de nuestro tiempo en ayudar a otros. El
diezmar es importante, pero el pagar el diezmo no nos libra de cumplir con
otras directivas de Dios.
Los fariseos colaban el
agua de manera que no pudieran accidentalmente tragarse un mosquito, insecto
impuro de acuerdo a la ley.
Eran muy meticulosos en
cuanto a los detalles del ceremonial de limpieza al grado que perdieron su
perspectiva de lo que es la pureza verdadera. Por fuera, limpios en lo
ceremonial; por dentro, corruptos en sus corazones.
Jesús condenó a los
fariseos y a los líderes religiosos por aparentar santidad en lo exterior y
mantener en su interior corrupción y codicia. Vivir nuestro cristianismo solo
como un espectáculo para otros es como lavar un vaso sólo por fuera. Cuando
estamos limpios por dentro, nuestra limpieza exterior no será fingida. Estos
profetas, sabios y escritores que serían enviados quizás fueron los líderes en
la iglesia primitiva que fueron heridos, azotados y algunas veces crucificados,
como Jesús lo predijo. Los contemporáneos de Jesús dijeron que no actuarían
como sus padres, dando muerte a los profetas que Dios les había enviado, pero
estuvieron dispuestos a dar muerte al Mesías y a sus seguidores fieles. Por
esta razón todo el juicio a través de los siglos recaería sobre sus cabezas.
CONCLUSION: hoy encontramos muchos de esos
seudos líderes religiosos, que se esconden tras la fe para realizar todo tipo
de aberraciones, hablando de cosa que ellos no hacen, que construyen ostentosos
ministerios, pero no para alabar a Dios, sino para enriquecerse ellos y sus
generaciones. Por eso debemos procurar vivir una verdadera fe que sea
consecuente con lo que nuestras palabras dicen.