jueves, 31 de enero de 2013

LECCION DOMINGO 03 DE FEBRERO DEL 2013

La profanación pagana del Templo”
Lección: Mateo 24: 15 - 28
Texto: Daniel 12: 1
Domingo 03 de Febrero del 2013

INTRODUCCION: Esta es una referencia a la profanación del templo a causa de prácticas paganas en el santuario. Sin embargo, las profecías de Daniel, así como los pasajes de Marcos 13 indican que el cumplimiento final de la abominación de la desolación ocurrirá durante un período de tribulación en el futuro. El evento mismo de la abominación involucrará al anticristo que se manifestará como objeto de adoración divina.

DESARROLLO: v. 15 ¿Qué es esta «abominación desoladora»? Al final de los tiempos, el Anticristo levantará una estatua de sí mismo y ordenará que todos la adoren. Estas son todas las «abominaciones» que buscarán desacreditar lo santo.
Jesús, al hablar del fin de los tiempos, enfocaba a la vez acontecimientos cercanos y futuros, como lo hacían los profetas del Antiguo Testamento. Muchas de estas persecuciones ya han acontecido, muchas están todavía por venir. Pero Dios está en control aún de la duración de las persecuciones. No olvidará a su pueblo. Esto es todo lo que necesitamos saber acerca del futuro para alentarnos a vivir con rectitud hoy.
v. 24. Jesús advierte acerca de los falsos maestros que retienen la verdad. Al examinarlos bien, se ve que muchos mensajes atractivos no están de acuerdo con el mensaje de Dios en la Biblia. Sólo un fundamento sólido en la Palabra de Dios nos puede equipar para percibir los errores y distorsiones de las falsas enseñanzas.
En medio de la persecución aun a los creyentes firmes se les hará difícil ser fieles. Para evitar ser engañados por los falsos mesías, debemos entender que el regreso de Jesús será incuestionable. Cuando Él vuelva, no habrá duda alguna. Si alguien tiene que decirnos que el Mesías ya vino, es porque no es así.

CONCLUSION: Los incrédulos se lamentarán al descubrir inesperadamente que estaban equivocados. Todo lo que fue objeto de su burla sucederá, y ya será muy tarde para recapacitar. Es bueno que no sepamos con exactitud cuándo Cristo volverá. Si llegáramos a conocer la fecha precisa, nos veríamos tentados a descuidar la tarea que Cristo nos encomendó, o peor aún, podríamos planear pecar y volvernos a Dios justo al final. El cielo no es la única meta; hay una labor que cumplir aquí. Y debemos llevarla a cabo hasta la muerte o hasta el momento inequívoco del regreso de nuestro Señor.
La Segunda Venida de Cristo será repentina y sorpresiva. No habrá oportunidad de reflexión tardía, arrepentimiento de último minuto ni regateo. Nuestra elección determinará nuestro destino eterno.