lunes, 28 de mayo de 2012

LECCION ESCUELA DOMINICAL DOMINGO 03 DE JUNIO DEL 2012







“Lo que contamina al hombre…”
Lección: Mateo 15:10-20
Texto: Santiago 3:6
Domingo: 03 de Junio del 2012


INTRODUCCIÓN:
Jesús después de rebatir a los fariseos, llama a la multitud, para explicarle porque tanto Él como sus discípulos no se someten a la costumbre de los ancianos, en el sentido de lavarse ceremonialmente antes de comer, exponiendo finalmente la necesidad de una real limpieza y es la del corazón.


DESARROLLO:
No es lo que entra en la boca lo que contamina al hombre!!!
En realidad al comer alimentos sin lavarnos las manos, puede producir alteraciones en el sistema digestivo, que apurará nuestro camino al servicio higiénico. Pero aquí el Señor expone que la real contaminación no es la corporal, sino la espiritual… “mas lo que sale de la boca, esto contamina al hombre”.
Cuando tenemos malos pensamientos, homicidios, adulterios fornicaciones, los hurtos, los falsos testimonios las blasfemias todas estas cosas que salen del corazón, eso es lo que contamina al hombre porque eso si los daña, les daña el alma, su espíritu, los aleja de Dios, y se pierde la salvación. Los fariseos, “los maestros del pueblo”, reaccionaron ofendiéndose, sin duda porque sus grandes enseñanzas que por décadas habían influenciados al pueblo, estaban quedando sin sustento ante las palabras del “VERDADERO MAESTRO DE MAESTROS”.

También Jesús rechaza toda tradición de los escribas y fariseos, indicando que… Toda planta que no plantó mi Padre celestial, será desarraigada, considerando que Dios plantó la Ley de Moisés y no “mandamientos de hombres” (15:9).
Dejadlos; ¡Qué terrible ser abandonado por el Señor!, Jesús no quería que sus discípulos les hicieran caso. Más bien, les exhorta apartarse de ellos, declarándolos “ciegos y guías de ciegos”.
Jesús, ante las expresiones de Pedro, expone que los alimentos no llegan al corazón sino al estómago, “pero lo que sale de la boca, del corazón sale; (Mar. 7, “21 de dentro”) y esto contamina al hombre.

“Porque de la abundancia del corazón habla la boca” (Mt. 12:34)
“Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón; Porque de él mana la vida”. (Prov. 4:23).
“Pero decía, que lo que del hombre sale, eso contamina al hombre. Porque de dentro, del corazón de los hombres, salen los malos pensamientos, los adulterios, las fornicaciones, los homicidios, los hurtos, las avaricias, las maldades, el engaño, la lascivia, la envidia, la maledicencia, la soberbia, la insensatez. Todas estas maldades de dentro salen, y contaminan al hombre (Mc 7:21-23).


CONCLUSIÓN:
No es la forma de alimentarnos lo que nos aleja de Dios, sino el pecado del Corazón manifestado especialmente en nuestras palabras. El escritor sagrado nos exhorta sobre el cuidado que tenemos que tener sobre nuestra lengua, sobre nuestro hablar, ya que, de nuestra boca salen las palabras que vienen del corazón y nuestros labios solo deben estar para bendición a Dios como a los que nos rodean.

“Mi boca hablará sabiduría,
Y el pensamiento de mi corazón inteligencia”.
Salmos 49:3