miércoles, 16 de mayo de 2012

LECCION ESCUELA DOMINICAL DOMINGO 20 DE MAYO DEL 2012

Jesús anda sobre el mar
Lección: Mateo 14:22-36
Texto: 1 Pedro 5:7
Domingo 20 de Mayo de 2012

INTRODUCCIÓN:
Los milagros no paran el ministerio de Jesús. Al contrario estos se multiplican. Después de haber alimentado a la multitud, la gente queda tan entusiasmada que quiere hacerlo rey (Juan 6:15). Jesús enfría las pretensiones de la multitud, mandando a sus discípulos a subir al barco e ir a la otra orilla, mientras el despedía a la multitud, y luego subía al monte a orar. Aquí la narración se focaliza en tres cuadros. Veamos por separados cada uno de ellos.


DESARROLLO:
El primer cuadro tiene que ver con los discípulos en alta mar. El v.24 dice que la barca ya estaba en medio de la mar, azotada por las olas; porque el viento era contrario. Ellos remaban con gran fatiga (Marcos 6:48). Seguramente el miedo se había apoderado de ellos.
El segundo cuadro nos muestra a Jesús. ¿Dónde estaba el? Jesús había subido al monte a orar. Una vez mas el relato bíblico nos indica la omnisciencia de Cristo. A pesar de que aparentemente estaba muy lejos, en la cima del monte, y sus discípulos en medio del mar, él les vio remar con gran fatiga, así que procuro ir donde sus discípulos estaban andando sobre el mar.
El tercer cuadro nos muestra el encuentro de Jesús con sus discípulos. Al aparecer Jesús, los discípulos se turbaron, diciendo: ¡Un fantasma! Y dieron voces de miedo. Pero en seguida Jesús les hablo, diciendo: ¡Tened ánimo; yo soy, no temáis! Cuanta falta nos hace que al enfrentar los miedos de esta vida nos acerquemos a Jesús para escuchar de él tan hermosa frase: ¡Tened ánimo, yo estoy contigo! La historia no termina aquí, dice el relato bíblico que Pedro le respondió que si él era el Señor, mandara o permitiría que fuera sobre el sobre las aguas. Y él le dijo a Pedro, ven. Pedro descendiendo de la barca, estaba sobre las aguas para ir a Jesús, pero al ver el fuerte viento tuvo miedo, y comenzó a hundirse, diciendo a viva voz, ¡Señor, sálvame! Al momento Jesús le asió y le dijo ¿Hombre de poca fe? ¿Por qué dudaste? Y cuando ellos subieron a la barca, se calmo el viento. Los otros discípulos vinieron a Jesús y le adoraron diciendo: Verdaderamente eres Hijo de Dios. ¡Aleluya!


CONCLUSIÓN:
Sin lugar a dudas, el que Jesús anduviera sobre el mar es un tremendo milagro. Pero más importante aun es que él quiere estar cerca de los suyos para auxiliarles. Terminada la travesía, vinieron a tierra de Genesaret. Cuando le conocieron los hombres de aquel lugar, dispersaron la noticia por toda aquella región, y le trajeron todos los enfermos, y le rogaban que les dejase tocar solamente el borde de su manto; y todos los que le tocaban, quedaban sanos. ¿Necesitas sanidad? Solo debes tocar a Jesús. Él es nuestro sanador. ¡Gloria a Dios!