jueves, 24 de mayo de 2012

LECCIÓN DOMINGO 27 DE MAYO DEL 2012

Los mandamientos de Dios versus el de los hombres
Lección: Mateo 15:1-9
Texto: Marcos 7:8-9
Domingo 27 de Mayo de 2012


INTRODUCCIÓN:
El ministerio de Jesús iba en pleno apogeo. Multitudes le seguían y muchos milagros eran realizados. ¿Los religiosos de la época donde estaban? Ahora aparecen en el relato bíblico ciertos escribas y fariseos. ¿Para que? No necesariamente para felicitar a Jesús por su ministerio, sino para hacerle algunas criticas. ¿Quiénes eran ellos? Eran los especialistas de la ley. Ellos supuestamente conocían la ley, y también la interpretaban. Aquí vemos como entran en conflicto con Jesús. ¿Por qué? Porque ellos destacan los mandamientos de los hombres, y Jesús los mandamientos de Dios. Veamos este conflicto por separado.


DESARROLLO:
En primer lugar, los mandamientos de los hombres. Los escribas y los fariseos critican a Jesús con la siguiente pregunta: ¿Por qué tus discípulos quebrantan la tradición de los ancianos? Porque no se lavan las manos cuando comen pan. Aquí hay que mencionar que los fariseos, habían escrito una interpretación de la ley, cinco veces más grande que la misma ley. Por ejemplo, la ley decía, “seis días trabajaras, mas el séptimo descansaras”, entonces, en las interpretaciones rabínicas, ellos habían escrito una gran cantidad de cosas que no se podían hacer los días de reposo para no contravenir el mandamiento. Lavarse las manos para comer, era un asunto higiénico, sobretodo cuando no existía el servicio de mesa (cuchara, cuchillo y tenedor), ellos literalmente comían con las manos. Los discípulos de Jesús parece que no habían tenido la precaución de lavarse las manos. Esto molesto a los religiosos.
En segundo lugar, los mandamientos de Dios. Jesús les responde ¿Por qué también vosotros quebrantáis el mandamiento de Dios por vuestra tradición? Jesús hace mención que Dios mando diciendo: Honra a tu padre y a tu madre; y: El que maldiga al padre o la madre, muera irremisiblemente. Les enrostra que muchos de ellos, no ayudan a sus padres, porque dicen que todo lo que tienen para ayudarles ellos lo declaran “ofrenda a Dios” y no ayudan a sus padres. De esta manera invalidan el mandamiento de Dios por la tradición. La censura es bastante fuerte. No puede una interpretación humana (los mandamientos de los hombres) invalidar un mandamiento de Dios. No hay excusas en la hora de preocuparse de los padres, el mandamiento es bien claro y dice “Honra a tu padre y a tu madre” y si eso implica cuidarlos, o dedicar parte de los recursos que Dios nos ha dado para hacerlo.


CONCLUSIÓN:
La lección termina con las palabras de Jesús, evaluando las conductas de los escribas y fariseos: Hipócritas, bien profetizo de vosotros Isaías cuando dijo: Este pueblo de labios me honra; Mas su corazón esta lejos de mi. Pues en vano me honran, ensenando como doctrinas, mandamientos de hombres. Siempre será más importante lo que diga Dios. Eso tenemos que conocerlo y practicarlo. ¡Dios nos ayude!.