miércoles, 6 de octubre de 2010

LECCION DOMINGO 09 DE OCTUBRE DEL 2010


El crecimiento del creyente y la autoridad de la Biblia
Lección: 2 Pedro 1: 16 - 21
Texto: 1 Juan 1: 3
Domingo 10 de Octubre de 2010

Introducción:
Todos cuantos hemos abrazado el evangelio verdadero, no lo hemos hecho por medio de fabulas, sino por medio de testimonios verdaderos de vidas trasformadas y por el poder del Espíritu Santo a través de su Palabra revelada. Pedro declara que él fue un testigo de cómo el Padre honro al hijo con voz audible desde el cielo, y de esto nos da testimonio el Espíritu Santo. Porque su Palabra es fiel y verdadera.
Esta palabra escrita es verdadera y segura y nos prepara para la segunda venida de Cristo.

Desarrollo:
La autoridad del testimonio apostólico.
v. 16ª Pedro le muestra a los creyentes la verdadera autoridad de la Palabra de Dios. Declarando que el inspirado testimonio de los apóstoles elimina todo engaño o postura, porque no han seguido “fabulas artificiosas”. Es decir, mitos inventados por la sabiduría humana en contraste con la inspiración del E.S. (1º Co. 3: 13).

v. 16b Más aun, el testimonio de los apóstoles engloba la revelación del poder y la venida de Cristo, incluyendo la evidencia de los testigos oculares (Mt. 17: 1 – 5). Uno de los requisitos para ser apóstol era el de haber visto a Cristo resucitado (Hch 1: 21, 22).

v. 17, 18 En el monte de la transfiguración Pedro fue un testigo ocular “de la majestad del grande”. La transfiguración fue una segunda venida en miniatura. Pedro también oyó la voz de “la magnífica gloria” (Dios) cuando él, con Jacobo y Juan, estuvo en el “monte santo”.

La autoridad de la Palabra escrita.
V. 19a. Esta es ahora la única y toda suficiente autoridad para la fe y la practica cristiana. La Palabra escrita no solo contiene y preserva la autoridad del testimonio apostólico, sino que se ha demostrado su inspiración por el cumplimiento.

v. 19b. tenemos también la Palabra Profética (las escrituras del A.T.) más segura, atestiguada o confirmada por sucesos cumplidos en el A.T. en relación con la primera venida y por la transfiguración en relación con la segunda venida. Tenemos que atender de todo corazón a las Escrituras proféticas.

El lucero de la mañana no es otro que Cristo cuando venga en busca de los suyos (Jn. 14: 1 – 3).

v. 20, 21. Las Escrituras también son de origen divino, porque están divinamente inspiradas. Una traducción ampliada del texto original, diría así: Porque no por la voluntad del hombre (enfático) nos vino profecía alguna, sino que, por el contrario, los hombres, actuando como instrumentos del E.S. hablaron de parte de Dios (enfático).

Conclusión:
Hoy, nosotros también nos hemos convertido en testigos, de Cristo. Aunque no le vemos, pero esta misma Palabra nos capacita para ser testigos sin ver a Cristo en el monte de la transfiguración. En Hechos 1: 8 “Pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el E.S., y me seréis testigos…….”

También podemos dar testimonio de Cristo con nuestra forma de vida, siendo consecuentes con nuestro llamado. Lc. 6: 43 – 45.
COMISION ESCUELA DOMINICAL 2010
IUMP