martes, 12 de junio de 2012

LECCION ESCUELA DOMINICAL DOMINGO 17 DE JUNIO DEL 2012



“Jesús… obrando maravillas en medio del pueblo”
Lección: Mateo 15:29-39
Texto: Isaías 25:1
Domingo: 17 de Junio del 2012


INTRODUCCIÓN:
El escritor sagrado nos acentúa el poco tiempo y los pocos milagros realizados en la región de Tiro, pues solo se produjo el milagro de la niña atormentada. Recordemos las expresiones de Jesús sobre Tiro y Sidón (Mt. 11:21-22), es decir que Jesús recorrió una gran distancia solo para mostrar compasión a esta mujer y su hija. Jesús retorna rápidamente a Galilea, sanando y curando no importando la clase de enfermedades, llegaban a los pies de Jesús y eran sanados, ¡Que gloriosa misericordia!


DESARROLLO:
Que gran poder manifestado… no había enfermedad incurable… para Él todo es posible!
Llegaban acompañados, por su discapacidad (ciegos, paralíticos, mancos, etc.), pero se iban sanos. Dios creó al hombre libre de malestares, pero el pecado trajo consigo el deterioro del cuerpo por medio de las enfermedades. Pero Cristo en su obra gloriosa les sanaba y el pueblo con mucha razón se maravillaba y glorificaban al ¡Dios de Israel!, y aunque los días pasaban, era todo tan extraordinario que la multitud no se iba sino que seguía disfrutando del amor del Señor. Mancos, cojos, ciegos… (vs. 31), todos sanados, les faltaba un brazo, les faltaba una pierna… ¡Habrá algo imposible para Él!, sin duda ocurrieron milagros asombrosos. Él “hizo maravillas”.

En los versos 32 al 39, encontramos nuevamente la misericordia en acción, y como más de cuatro mil fueron alimentadas con siete panes y unos cuantos pececillos. Recordemos que en el capítulo anterior (14:13-21), ya habían sido alimentado más de cinco mil y Jesús nuevamente muestra su compasión (vs. 32) hacia las personas, no importa si es desierto, en el mar o en el monte, no importa si son cinco o siete o más, no importa si son cuatro o cinco mil, cuando Él está hay ¡Provisión!.
Tal como en el caso anterior, Jesús manifestó su ternura por el pueblo, su poder fue manifestado en la multiplicación de los pocos alimentos, todos comieron y se saciaron y sobraron siete canastas llenas… ¡Gloria a Dios!


CONCLUSIÓN:
Los discípulos habían dicho… ¿De dónde tenemos nosotros tantos panes en el desierto, para saciar a una multitud tan grande? (vs.33). Podemos reflexionar en estas expresiones y meditar, ¿Por qué tanta duda?, acaso no habían tenido esta misma experiencia recientemente, ¿Se les había olvidado el milagro anterior?... En realidad, cada vez que nos olvidamos de las vivencias con Jesús, estaremos esclavos de la duda y de la incredulidad. (sal. 103).

Al concluir este capítulo, podemos observar el amor y la compasión de Cristo, manifestado como el buen médico, sanando a muchos enfermos y como el proveedor, saciando el hambre de la multitud.


COMISION EEDD 2012