jueves, 8 de diciembre de 2011

LECCION DOMINGO 11 DE DICIEMBRE DEL 2011

“La compasión de Jesús”
Lección: Mateo 9:35-38
Texto: Lucas 10:1-2
Domingo 11 de Diciembre de 2011


INTRODUCCION
El ministerio público de Jesús, nos enseña cómo debemos hacer las cosas. Para tener resultados en lo que hacemos y poder ministrar adecuadamente a la gente, necesitamos conocer cómo se desarrolló la compasión de Jesús. En el pasaje vemos tres acciones importantes que realizar. Analicémoslas a continuación.


DESARROLLO
Primero, ir donde la gente está. Jesús recorría todas las ciudades y aldeas (v.35) Él iba a las ciudades grandes, pero también a los pequeños villorrios, llamados aldeas. Nunca fue elitista, o sea, ir solamente donde la gente importante. Generalmente iba donde estaba la gente común. No debemos olvidar que multitudes le seguían. La única forma de llevar la compasión de Jesús adelante es, ir donde la gente está, pero, ¿qué se hace con la gente? El modelo de Jesús es el que debemos seguir. Él les enseñaba, les predicaba y les sanaba. Estas son las principales tareas para todo discípulo de Jesucristo que quiera llevar el mensaje del evangelio a la gente.
Segundo, ver a la gente. A veces vemos a las personas como los turistas, las vemos como un adorno del lugar. Jesús era distinto, tuvo compasión de ellos porque veía a las multitudes que estaban desamparadas y dispersas como ovejas que no tienen pastor. Esto nos enseña que la única manera de tener el corazón de Jesús, y comprender las necesidades de la gente, es que vamos a la gente, estemos con ellas y, conozcamos sus necesidades. La gente sin Dios divaga por el mundo “desamparada”. Nos toca a nosotros pastorearlas, o sea cuidarlas y alimentarlas con la Palabra y el amor de Dios.

Tercero, involucrar a otros en el trabajo con la gente. Jesús les dijo a sus discípulos: A la verdad la mies es mucha, más los obreros pocos. La obra del Señor siempre demanda mayor compromiso de los creyentes. El trabajo y la mies es mucha. Siempre existe mucho trabajo por hacer. Los obreros son pocos y a veces escasos también. Dios nos ayude a involucrarnos de mejor manera en las tareas de la obra de Dios.


CONCLUSIÓN
La oración de Jesús tiene plena vigencia en el día de hoy. Debemos “Rogad al Señor de la mies, que envíe obreros a su mies”. La mies es mucha y Dios necesita gente bien dispuesta para trabajar en su obra. La gente conocerá la compasión de Jesús, conociendo a los discípulos de Jesús. ¡Tú quieres ser uno de ellos!


COMISION EE DD 2011