sábado, 3 de diciembre de 2011

LECCION DOMINGO 04 DE DICIEMBRE DEL 2011

¿Creéis que puedo hacer esto?
Lección: Mateo 9:27-34
Texto: Éxodo 15:26
Domingo 04 de Diciembre de 2011


INTRODUCCION
La fe cristiana tiene que ver con el creer. La creencia debe tener una base que la solidifique. Esa base, sin lugar a dudas tiene que ver con un encuentro con Cristo.



DESARROLLO
La lección de hoy, nos ilustra el proceso al que se debe someter cada creyente en su camino de fe. El proceso tiene tres etapas, veámoslas a continuación.

En primer lugar, el creer implica conocer. No basta una simple declaración positiva, para decir que creemos. La fe se potencia cuando sabemos en lo que creemos. La historia de los dos ciegos nos ayuda a entender el proceso. Con seguridad estos ciegos se unieron a la multitud que seguía a Jesús, porque algo habían escuchado de él. La fama de Jesús sanador, les había alcanzado. Cuando ellos saben que están en la ruta del maestro, era importante encontrarse con él. La tarea no era fácil. Ellos eran ciegos.

¿Cómo hacerlo? La mejor manera en que ellos se hicieran notar, era gritar y dar voces. Su grito fue: “Ten misericordia de nosotros, hijo de David”, Llegando a la casa, se enfrentan con Jesús quién les confronta su fe: ¿creéis que puedo hacer esto? La respuesta positiva indica que ellos conocían de Jesús. Era más que un conocimiento intelectual. Era confiar en el Cristo que andaba haciendo bienes y sanando a los enfermos. Si necesitamos una respuesta de Jesús, debemos conocerlo primero.

En segundo lugar, el creer implica confianza. No basta con creer. Santiago dice que aún los demonios creen y tiemblan. La diferencia de la fe cristiana, implica que un creyente además de saber o conocer en quién cree, debe depositar toda su confianza en ello. En la historia de hoy, Jesús, ante de sanar a los ciegos les dice, “conforme a vuestra fe os sea hecho” y los ojos de ellos fueron abiertos. O sea, al conocimiento se le debe agregar confianza. Esto es confiar plenamente que en Jesús tenemos plenamente al gran sanador de nuestras vidas. El v. 23 nos indica que Jesús sanó también a un mudo además endemoniado. Isaías dice, que él (Cristo) llevó nuestras enfermedades. Si necesitas sanidad, debes depositar tu fe, y tu confianza en él como nuestro sanador.

Por último, al recibir una respuesta de sanidad siempre habrá una forma de compartir la noticia. En el caso de los dos ciegos, Jesús les pide que nadie lo sepa. ¿Por qué? No era aún el tiempo de que conocieran su mesiazgo. De todas maneras, alguien que es beneficiado con la sanidad no puede callar. Los dos ciegos divulgaron la fama de él por toda aquella tierra.



CONCLUSION: En pleno siglo XXI, nuestra fe vuelve a ser confrontada. La pregunta de Jesús sigue teniendo vigencia: ¿Creéis que puedo hacer esto? Nuestra reacción a esto depende de nuestra necesidad. Los que conocen a Cristo saben depositar su confianza en él como sanador. Mateo nos indica que “la gente se maravillaba y decía: Nunca se ha visto cosa semejante en Israel. No importa cuál sea tu enfermedad. Él puede darte la sanidad que necesitas.


COMISION EEDD 2011