jueves, 22 de septiembre de 2011

LECCION DOMINGO 25 DE SEPTIEMBRE DEL 2011

“El juzgar a los demás”
Lección: Mateo 7: 1 - 6
Texto: Romanos 14: 4
Domingo 25 de Septiembre 2011


Introducción:
Aquí se prohíbe enjuiciar las intenciones en donde perros y puercas simbolizan a quienes sin haber sido regenerados guardan las formas exteriores.


Desarrollo:
Los herederos del reino y el juzgar a los demás
V. 1 – 5. Jesús dice que debemos examinar nuestras motivaciones y conductas en vez de criticar a los demás. Lo que nos molesta en otros son con frecuencia los hábitos que no nos gustan en nosotros mismos. Nuestros malos hábitos y moldes de conducta indómitos son los que queremos cambiar en otros. ¿Halla usted fácil magnificar las faltas de otros y no fijarse en las suyas? Si está a punto de criticar a alguien, vea si no merece usted la misma crítica.

Júzguese primero y luego perdone con amor a su prójimo y ayúdelo.
La declaración de Jesús «No juzguéis» se refiere a la crítica y actitud de juicio con que se derriba a otros a fin de ponerse encima uno mismo. No es una condenación de cualquier crítica, sino un llamado a discernir antes de ser negativo. Jesús mandó a desenmascarar a los falsos maestros (7.15–23). Pablo enseñó claramente que debiéramos ejercitar disciplina en la iglesia (1 Co 5.1, 2) y confiar en que Dios tendrá la última palabra (1 Cor 4.3–5).

V. 6. Los cerdos eran animales impuros de acuerdo a la Ley de Dios (Dt. 14.8). Cualquier persona que tocara un animal impuro se convertía en «impuro ceremonialmente», y sin limpiarse no podía ir al templo a adorar. Jesús dice que no debemos entregar cosas santas a personas impuras o impías. Es pérdida de tiempo tratar de enseñar conceptos santos a personas que no quieren escuchar y que despreciarán lo que digamos. No debemos dejar de predicar la Palabra de Dios a los que no creen, pero debemos ser sabios y discernir qué enseñar y a quién para no desperdiciar nuestro tiempo.


Conclusión:
Existe en cada uno de nosotros la tendencia a mirar la fallas de otros sin percatarnos que estamos quizás llenos de ellas. Como se expone en este bosquejo, juzgamos en otros nuestras propias fallas. Creo que es importante preocuparnos de no hacer leña del árbol caído. Más bien nuestra preocupación debería pedir a Dios nos de la capacidad de perdonar las faltas de otros ya que nosotros mismos somos perdonados muchas veces al día.


COMISION EEDD 2011
Preguntémosle al Señor si es pertinente predicar a quienes no quieren escuchar y ocupar esa fuerzas en quienes si tienen hambre y sed de justicia.