miércoles, 15 de junio de 2011

LECCION DOMINGO 19 DE JUNIO DEL 2011




“El demonio se resiste al rey”
Lección: Mateo 2: 13 – 23.
Texto: Lucas 2: 39, 40.
Domingo 19 junio 2011


INTRODUCCION:
Los poderes demoniacos resistieron al Rey, a través de Herodes y también por los líderes de su nación. Satanás centro su ataque contra los planes de Dios en Cristo para la tierra. Egipto, que había visto la gran esclavitud de Israel se convirtió en el refugio del Libertador de Israel, y redentor del mundo que aparecía en forma de un impotente bebe.


DESARROLLO:
Herodes el Grande se sintió muy mortificado cuando los magos preguntaron acerca del rey recién nacido porque:
(1) Herodes no era el heredero al trono de David, y muchos judíos lo odiaban por usurpador. Si Jesús era el verdadero heredero, habría problemas.
(2) Herodes era cruel y, al tener muchos enemigos, vivía temiendo que alguno intentara derrocarlo.
(3) Herodes no quería que los judíos, gente religiosa, se unieran alrededor de una figura religiosa.
(4) Si aquellos magos eran descendientes de judíos y eran de Partia (la región más poderosa después de Roma), se alegraban del nacimiento de un rey judío que pudiera balancear el poder a expensas de Roma. Israel, que estaba lejos de Roma, podría ser presa fácil de una nación que intentara extender sus dominios.

Los principales sacerdotes y maestros de la Ley tomaron en cuenta Mi 5.2 y otras profecías sobre el Mesías. Las noticias de los magos inquietaron a Herodes porque él sabía que los judíos esperaban la pronta venida del Mesías (Lc 3.15). La mayoría de los judíos esperaban que el Mesías fuera un gran militar y un libertador político, como Alejandro el Grande. Los consejeros de Herodes pudieron haberle dicho esto. Herodes no quiso correr ningún riesgo y ordenó la muerte de todos los bebés en Belén (2.16).

Muchos líderes religiosos creían en el cumplimiento literal de todas las profecías del Antiguo Testamento, por lo tanto creían que el Mesías nacería en Belén. Irónicamente, cuando Jesús nació, estos mismos líderes religiosos vinieron a ser sus más grandes enemigos. Cuando el Mesías, a quien estaban esperando, finalmente vino, no lo reconocieron.
Herodes no quería adorar a Cristo, estaba mintiendo. Era una trampa para lograr que los magos regresaran y le revelaran los detalles del rey recién nacido. El plan de Herodes era darle muerte.
Jesús tenía probablemente uno o dos años cuando los magos lo hallaron. En ese entonces, María y José ya estaban casados, viviendo en una casa, e intentando permanecer en Belén por un tiempo. Para tener mayor información del porqué se quedaron en Belén.

Este es el segundo sueño o visión que José recibió de Dios. Su primer sueño reveló que el hijo de María sería el Mesías (1:20, 21). Su segundo sueño le anunció cómo debería proteger la vida del niño. A pesar de que José no era su padre natural, era su padre legal y tenía la responsabilidad de protegerlo y buscar su bienestar. La dirección divina viene solo a corazones preparados. Desde su primera visión de Dios, José no se convirtió en una persona orgullosa, sino que permaneció receptivo a la dirección de Dios. Ir a Egipto no era extraño porque allí había colonias judías en las ciudades principales. Estas colonias se formaron durante el tiempo de la gran cautividad (Jer 43–44). Hay un paralelo interesante entre esta huida a Egipto y la historia de Israel. Cuando Israel era una nación en ciernes, se fue a Egipto, como Jesús lo hizo cuando era niño. Dios sacó de allí a Israel (Os 11:1). Dios trajo de regreso a Jesús. Ambos hechos muestran a Dios en acción para salvar a su pueblo.

Herodes, rey de los judíos, dio muerte a todos los niños menores de dos años, con la idea obsesiva de matar a Jesús, el rey recién nacido. Se manchó las manos con sangre, pero no logró dañar a Jesús. Era rey por mandato humano, Jesús lo era por mandato divino. Nadie puede alterar los planes de Dios. Herodes temía que aquel rey recién nacido algún día lo destronara. No comprendía la razón de la venida de Cristo. Jesús no quería el trono de Herodes, sino ser el Rey en la vida de Herodes. Quería darle una vida eterna, no quitarle su vida presente. La gente hoy, a menudo, teme que Jesús le quite algo, cuando en realidad quiere darle verdadera libertad, paz y gozo.


CONCLUSION:
Las visiones de Dios, solo pueden ser manifestadas en aquellos que están preparados para recibirlas. Dios espera corazones receptivos a sus mandatos, ya que el no solo quiere ser nuestro Salvador, sino nuestro Señor…


COMISION EEDD 2010