martes, 18 de enero de 2011

“Dios es amor”
Lección: 1 Juan 4: 7-14
Texto: Romanos 5:8
Domingo: 23 de Enero del 2011


INTRODUCCION:
En los tiempos que vivimos, el amor tiene un lugar muy especial, pero lamentablemente ha pasado de ser un sentimiento a un producto que se transa en el mercado.
Pero ¿qué es el amor?, según el diccionario es un Sentimiento que experimenta una persona hacia otra a la que se desea todo lo bueno, y/o un Sentimiento de afecto, inclinación y entrega a alguien o algo.
Pero si hay algo que caracteriza al amor de Dios por nosotros es su incondicionalidad, ya que el nos amo y dio su vida mientras éramos aún pecadores.

DESARROLLO
Nuevamente el apóstol Juan retoma su tema del amor, exponiendo una hermosa definición de Dios y lo describe como “Dios es Amor”. Pero esta definición la utiliza para motivarnos al amor fraternal.

El amor mutuo
La expresión “amarnos unos a otros”, aparece tres veces en esta lección, en primer lugar como exhortación propiamente tal (amémonos v.7b), la segunda como un deber que tenemos que cumplir (debemos amarnos v.11), y finalmente la presenta como la condición que refleja nuestra genuina comunión con Dios (si nos amamos, Dios permanece en nosotros v.12b).
El amor al prójimo es la prueba máxima que amamos a Dios,

Dios es amor
El amor (Gr. Agápe, es el término griego para describir un tipo de amor incondicional y reflexivo, en el que el amante tiene en cuenta sólo el bien del ser amado), el amor genuino proviene de Dios, por lo cual, el que no ama no ha conocido a Dios. La comunión verdadera con Dios es fruto del amor, la falta de este amor indica que no hay comunión con Dios.

La entrega de su hijo por amor.
La suprema manifestación de amor fue enviar al unigénito Jesucristo, para darnos vida eterna (Jn 3:16; Jn. 1:14), El gran don inefable de Dios fue darnos a su hijo para nuestra redención. Dios nos amó mucho antes que nosotros le hubiéramos conocido, a pesar de nuestra miserable condición, nos amó.

Su Espíritu Santo, la gran seguridad
“Nos ha dado de su Espíritu”. Esta expresión repetida en este mismo libro (3:24; 4:13), nos refleja el testimonio de seguridad para el creyente, el saber que de todos los dones que Dios nos ha regalado, el Espíritu Santo es el Don por excelencia, la tercera persona de la trinidad enviada para derramar en nuestros corazones el amor de Dios.

CONCLUSION
Charles Spurgeon estuvo en cierta ocasión visitando a un amigo en el campo. Vio que sobre uno de los graneros había colocado una veleta con la inscripción “Dios es Amor”…
Entonces le preguntó si con ese texto quería decir que el amor de Dios era tan cambiante como el viento. El hombre le respondió que no, que lo que quería decir era que Dios es Amor siempre, no importa de dónde soplen los vientos.
COMISION EE DD 2010