jueves, 16 de agosto de 2012

LECCION ESCUELA DOMINICAL DOMINGO 19 DE AGOSTO DEL 2012

“La oveja perdida”
Lección: Mateo 18:10-14
Texto: Lucas 15:7
Domingo: 19 de Agosto del 2012


INTRODUCCIÓN:
Los versos anteriores nos exhortaron a la preocupación de cuidar mucho lo que decimos o hacemos, para no causar daño, a ninguna persona, principalmente a los pequeños en Cristo, amonestándonos especialmente a no menospreciarlos, pues para nuestro Dios, son de gran estima.


DESARROLLO:
“Porque el Hijo del Hombre ha venido para salvar lo que se había perdido”. Esta misma expresión fue mencionada por el maestro, en el hogar de Zaqueo, exponiendo su gran amor y piedad, no importando la murmuración, por que era un pecador y Jesús entraba a su hogar. Jesús expone en forma de ilustración, comparando su gran preocupación por los suyos, con un hombre que tiene cien ovejas, pero que ha perdido una, y por esta oveja descarriada, se toma toda las molestias necesarias para buscarla y cuando la encuentra se alegra y se regocija por este hallazgo más que por las noventa y nueve que están segura, demostrando de esta forma su tierno cuidado y preocupación de nuestro padre celestial por los pequeñitos. Sin duda es aplicable toda esta consideración e ilustración a la humanidad caída, como dice el profeta Isaías (53:6) “Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó de su camino”. Perdida: Que no tiene o no lleva destino determinado, no sabe a donde va. Descarriado: Separarse, apartarse o perderse de las demás con quienes iba en compañía o de las que la cuidaban y amparaban. Apartarse de lo justo. El mesías, atravesará por peligrosos caminos y quebradas de sufrimientos, para rescatar la oveja perdida, pero al encontrarla es motivo de gran gozo en los cielos y aunque son muchas las ovejas, el Señor fácilmente conoce a la que cojea, o a la que está afligida o que se descarría. Él es el buen pastor, y como lo menciona el apóstol Juan en su evangelio (10:11), “Yo soy el buen pastor, y el buen pastor su vida da por las ovejas”. La voluntad del Padre… Culmina esta ilustración indicando que la voluntad del padre es que todos estos pequeñitos se salven, su deseo y voluntad expresada por el apóstol Pedro (2° P 3:9b), “no queriendo que ninguno perezca sino que todos procedan al arrepentimiento”, y no tan solo es su deseo sino también es su “deleite”.


CONCLUSIÓN:
Este amor de Dios se extiende a todas sus ovejas, aún la más vil o insignificante, que glorioso. El rey David nos regala uno de los Salmos más hermoso de las sagradas escrituras y nos dice… “Jehová es mi pastor; nada me faltará.…” (Sal 23:1-2).
Cuando el Príncipe de los Pastores fue por nosotros, debemos considerar que había noventa y nueve ovejas en el redil; pero Él se preocupó por nosotros con amor infinito. El Señor se goza de tenernos en el redil; nosotros nos gozamos porque que Él nos trajo, ya que la voluntad de Dios es que nadie se pierda.


COMISION EEDD 2012