miércoles, 1 de febrero de 2012

LECCION DOMINGO 05 DE FEBRERO DEL 2012

“El siervo escogido”
Lección: Mateo 12:15-21
Texto: Isaías 42:1
Domingo 05 de Febrero de 2012

Introducción: Las expectativas mesiánicas en tiempos de Jesús eran crecientes. Todos esperaban que apareciera alguien que les diera libertad del yugo romano. Con el ministerio de Juan el bautista muchos pensaban que al fin había llegado el mesías. Cuando aparece Cristo, el mismo se encarga de preguntarles a sus discípulos que dice la gente que es él. Los discípulos le dan varias respuestas: Juan el bautista, Jeremías o alguno de los profetas. En la lección de hoy veremos como se ve Cristo a sí mismo, y como lo definen las profecías de Isaías. Veamos estos dos aspectos por separado.

DESARROLLO: Primero, como se veía Jesús así mismo (v.15-16). Jesús tenía una clara noción de la misión encomendada por su Padre. Los milagros que él hacía eran una prueba fehaciente de ello. Las sanidades de los enfermos eran sus más poderosas credenciales. Además, eran el elemento que le hacía conocido entre la gente, y también que multitudes le siguieran. En semejante situación, Jesús le declaraba a la gente que no le descubriesen. Jesús estaba en el período de popularidad. Recorría diferentes lugares haciendo sanidades, sabiendo que en los fariseos causaba odio y resentimiento. A pesar de la hostilidad, seguía desarrollando su ministerio, pero con precauciones. Todavía no era su tiempo.
Segundo, como lo describen las profecías de Isaías (v.17-20). Jesús mismo dice que todo lo que ocurre con su ministerio es para que se cumpla la profecía del profeta Isaías (ver 42:1-4). ¿Qué dice está profecía?: “He aquí mi siervo, a quién he escogido; Mi amado, en quién se agrada mi alma; Pondré mi Espíritu sobre él”. Su ministerio era un ministerio de amor. La profecía añade que “La caña cascada no quebrará, y el pábilo que humea no apagará…” ¿Qué quiere decir esto? Él no se iba a aprovechar de su ministerio, ni abusaría de la gente. La idea es que en lenguaje poético expresa, que su ministerio sería de restauración y de sanidad, hasta que saque a victoria el juicio.

Conclusión: Hermoso resulta saber que Jesús tenía determinada su estadía entre los hombres en el cielo. Para que no hubiera dudas de esto, lo había escrito Isaías unos 700 años antes de su ministerio público. Se cierra la profecía con la frase: “Y en su nombre esperarán los gentiles” (v.21). ¿Qué habría sido de nosotros sin el ministerio sanador y salvador de Jesús? Los gentiles hasta hoy, nos vemos beneficiados con su gran amor. ¡Gracias Jesús por ser el siervo escogido por Dios!



“Señor del día de reposo”
Lección: Mateo 12:1-14
Texto: Oseas 6:6
Domingo 29 de Enero de 2012

Introducción: El día de reposo es un día sagrado para los judíos. El cuarto mandamiento dice: “Acuérdate del día de reposo para santificarlo” (Éxodo 20:8). Ellos para poder cumplir con este mandamiento, habían escrito una gran cantidad de interpretaciones, las que incluían una cantidad de cosas que no se podían hacer durante éste día. En la lección de hoy, veremos a Jesús en dos instancias, donde es puesto en conflicto con los mandatos de los religiosos judíos. Mirémoslos a continuación.

DESARROLLO: Primero, los discípulos recogen y comen espigas en el día de reposo (v.1-8). La historia cuenta que los discípulos tuvieron hambre y comen espigas cuando iban por medio de los sembrados. Era tal la persecución de los fariseos, que ellos seguían a Jesús hasta en el campo. Ellos ven lo que hacen los discípulos e inmediatamente realizan la crítica: “He aquí tus discípulos hacen lo que no es licito hacer en el día de reposo” (v.2) Jesús responde con dos hechos históricos que los fariseos no pueden contradecir.

Uno, lo que hizo David con sus hombres cuando entrando en el templo comió los panes de la proposición, y el otro, lo que hacen cada día de reposo los sacerdotes al ministrar en el templo. Ellos trabajan más que cualquiera, pero son sin culpa. Tal vez la mejor máxima frente a esta situación la expresa Jesús cuando les dice a los fariseos: “y si supieseis que significa: Misericordia quiero y no sacrificio, no condenaríais a los inocentes”. Para Jesús era más importante tener misericordia en medio de una necesidad, que cumplir el formalismo religioso de los fariseos.

Segundo, el hombre de la mano seca (v.9-14). El otro conflicto por el día de reposo se da en la sinagoga de ellos. Los fariseos le hacen una pregunta capciosa a Jesús para poder acusarle. ¿Es lícito sanar en el día de reposo? Jesús contesta con una pregunta ¿Qué hombre habrá de vosotros que tenga una oveja, y si ésta cayere en un hoyo en día de reposo no le eche mano y la levante? Luego, les pregunta: ¿cuánto más vale un hombre que una oveja? Por consiguiente si es lícito hacer el bien en los días de reposo. Habiendo dicho esto, le pide al enfermo que extienda su mano, y Jesús se la restauró. El maestro dignificó la persona del hombre de la mano seca. A los fariseos no les interesaba ni su enfermedad ni menos la persona. En cambio Jesús lo consideró como persona, lo llamó y lo puso enfrente de todos ellos, y luego lo sanó. Así también lo hace con cada uno de nosotros. Él quiere dignificarnos y también sanarnos. ¡Aleluya!





Conclusión: El conflicto de Jesús con los fariseos era por las cosas licitas o ilícitas que él y sus discípulos hacían. Los fariseos lo acusan de transgredir el día de reposo. Jesús les contesta que uno mayor que el templo está aquí. Jesús está hablando de sí mismo. Él no era cualquier persona, él era Dios. Por eso su sentencia es: “porque el Hijo del Hombre es Señor del día de reposo”. Los fariseos no quedaron contentos con esto, sino que salidos ellos, “tuvieron consejo contra Jesús para destruirle” (v.14) El creyente, a pesar de la persecución debe procurar hacer lo que lícito para Dios, y no para los hombres. Nos ayude el Señor a hacer lo que a él le agrada.





COMISION EEDD 2012