lunes, 28 de diciembre de 2009

Las grandes cosas que podemos hacer POR LA FE




"Las grandes cosas que podemos hacer POR LA FE"


Lección: Hebreos 11:20-28


Texto: Romanos 14:7-8

03 Enero 2010



Introducción
Recordemos que el propósito del autor en este capítulo, es advertir a sus destinatarios sobre la apostasía y sobre el peligro del "retroceso para perdición" y para ello presenta testimonios de fe de los antiguos, para animarles y fortalecerles.



Estos ejemplos vienen a ratificar que se puede vivir piadosamente. "Más el justo vivirá por fe" (He 10:38), y es por ello que en cada ejemplo se repite la hermosa frase "por la fe", entendiendo en ello, que el éxito de estos hombres es consecuencia de su fe.



Desarrollo
Vs. 20-22 "Por la fe".La fe de Abraham, es proyectada en Isaac, quien entrega promesas de bendición a sus hijos (Gn 27:26-40). El autor no hace mención a los problemas entre Jacob y Esaú, sino que da énfasis que fue por fe que bendijo a sus hijos y también en esta misma fe, antes de morir bendijo a los hijos de José (Gn 49).



Por la fe bendijo Isaac, por la fe Jacob, por la fe José. La bendición de este pasaje contiene la unión y el traspaso de generación a generación de las promesas recibidas, como la "tierra prometida", por medio del hilo conductor que es la fe en el Dios todopoderoso. José en esta misma fe, dio ordenanza acerca de sus huesos, ya que había creído en la promesa de una patria por heredad, y con ello dando a entender la salida de los hebreos de Egipto (Gn 50:25).



Vs. 23-25 "Moisés"Un gran ejemplo en esta galería de la fe, es Moisés, el gran caudillo de Israel. Desde su nacimiento (Ex 2:1), sus padres en fe desafiaron el decreto del Faraón, ocultándolo por tres meses. Para cada padre, sus hijos son hermosos, pero el escritor sagrado hace mención en la especial belleza de este pequeño, que sin duda era parte de la protección divina, ya que, motivo que la hija de Faraón lo adoptara como propio.



El capítulo dos de Éxodo, narra cómo su propia madre queda niñera para Moisés, su propio hijo, lo cual, permite que este niño pudiera ser enseñado acerca de las promesas de Dios para su pueblo, por lo cual, cuando grande y tuvo que escoger entre las riquezas de la promesa futura o las riquezas presentes de la familia de Faraón, prefirió renunciar a la herencia faraónica y a las riquezas de la nación más poderosa sobre la tierra y aceptar recorrer el camino del sufrimiento y maltrato junto con su pueblo, simbolizando con ello el vituperio de Cristo.



Moisés renunció a toda la gloria de Egipto, renunció a ser príncipe y posible sucesor al trono, es decir, prefirió ser esclavo a ser millonario sobre esta tierra, consideró como mayor gloria ser parte del pueblo de Dios, porque había comprendido que solo era peregrino y forastero esperando una patria mejor.



Vs. 26-28 "Mirando al galardón, viendo al invisible"Solo por medio de la fe en el Señor, podemos "llamar las cosas que no son como si fueran" (Ro 4:17). Estos versos nos muestran a Moisés, en fe mirando al galardón, y en ello encontramos el respaldo de sus decisiones, él podía renunciar a todo los tesoros y riquezas, pues comprendían que eran temporales, tal como eran los deleites que originaban, y solo la patria prometida era eterna.Moisés manifestó su decisión al defender a uno de sus hermanos y tuvo que dejar esta nación, no importando el enojo del rey ni el poderío de su gran ejército, sino que su sustento fue la fe en Dios, pudo contemplar por la fe la verdadera gloria celestial.



Finalmente el autor hace mención a la experiencia que vivieron los israelitas ochenta años después (Ex 12), cuando comparten en Egipto la cena pascual y como por la fe obedecen la orden de Dios y sacrifican un cordero esparciendo la sangre en los postes de la casa, garantizando con ello la protección divina, y posterior liberación de su pueblo.



Conclusión
¿Cómo se puede ver lo invisible?, porque si lo vemos deja de ser invisible.Pero de Moisés se nos dice que se sostuvo como viendo al Invisible, que es el mismo Dios manifestado. Una señora observaba un cuadro en una exposición de pinturas y se volvió al pintor y le dijo: "Yo no veo en la naturaleza esas bellezas que usted pinta en sus cuadros". El pintor le respondió: "Realmente lo siento. Yo sí las veo y me deleito en contemplarlas".Del mismo modo que el ojo del artista tiene una capacidad especial para observar las bellezas de la naturaleza, el ojo de la mente iluminada por el Espíritu Santo tiene una virtud espiritual especial para contemplar al invisible y deleitarse en las glorias inmarcesibles del siglo venidero."Alumbrando los ojos de vuestro entendimiento, para que sepáis cuál es la esperanza a que él os ha llamado, y cuáles las riquezas de la gloria de su herencia en los santos" Ef. 1:18.



Guía para Escuela Dominical
Comisión año 2010