martes, 10 de noviembre de 2009

ESTUDIO BIBLICO PARA ESCUELA DOMINICAL

“El Sumo Sacerdote de los bienes venideros”
Lección: Hebreos 9:11-14
Texto: 1° Pedro 1:18-19

Domingo 15 de Noviembre de 2009


Introducción
La carta a los Hebreos es una hermosa y clarificadora carta. En ella Pablo quiere dejar sentado con claridad la supremacía de Cristo sobre varias cosas que para los judios eran sobresalientes o sagradas. Por ejemplo, los profetas, los ángeles, Moisés, Josué o el Sumo Sacerdote. Desde el final del capítulo 4, quiere demostrar con argumentos claros y precisos que Cristo es superior al sacerdocio del Antiguo Testamento. En la lección de hoy proyecta a Cristo con el futuro del creyente. Para ello indica las razones de por qué Jesús es el Sumo Sacerdote de los bienes venideros. Veámoslas a continuación.

Desarrollo
El tiene un más amplio y perfecto tabernáculo. (9:11)

El tabernáculo era el centro de la vida religiosa de la nación de Israel. El modelo original lo había dado Dios, pero era hecho por el hombre. Salomón quiso perfeccionarlo y dejarlo como algo permanente, por eso hizo el templo. Todo eso era figura solamente del verdadero tabernáculo celestial. Este tabernáculo no es hecho de manos humanas, ni tampoco de ésta creación. El tabernáculo que nos acerca a Dios, es Cristo. Este tabernáculo no tiene medidas, caben todos los hombres del mundo que quieran entrar a él. Es perfecto porque en él se hace manifiesta la presencia inmediata de Dios. Cristo al morir rompió el velo, de esa forma simbolizaba, que en su sacrificio estaba abriendo un nuevo camino de acceso del hombre a Dios.

El ofreció su propia sangre para nuestra redención (9:12-14)

Los sacrificios del Antiguo Testamento, generalmente quedaban sellados con una ofrenda de sangre de animales o machos cabríos. Estos sacrificios santificaban para la purificación de la carne de los oferentes. Tenían un valor, pero era solamente pasajero. Si el oferente volvía a pecar, había que realizar un nuevo sacrificio. En cambio pregunta el autor de la carta ¿cuánto más la sangre de Cristo, el cual mediante el Espíritu eterno se ofreció a sí mismo sin mancha a Dios…? ¿Qué resultados esperamos de semejante sacrificio? No solo limpiará nuestras conciencias de obras muertas, sino que también, ha obtenido eterna redención.

Conclusión
Los bienes venideros tienen que ver con la salvación. Nunca alcanzaremos semejante bendición, si primero no reconocemos que Jesucristo, nuestro Sumo sacerdote entró una vez y para siempre en el lugar Santísimo. De esa manera hace posible que el creyente disfrute de una eterna redención. ¡Aleluya!






“El Mediador de un Nuevo Pacto”
Lección: Hebreos 9:15-28
Texto: 1° Timoteo 2:5-6

Domingo 22 de Noviembre de 2009


Introducción
El Pacto es la forma más antigua de entrar en una especie de relación entre dos partes. Dios en su sabiduría se acomoda al entendimiento humano y trata con él con cosas que él pueda entender. El Capítulo 6 decía que Dios no pudiendo Jurar por uno mayor, juró por sí mismo. De la misma forma que trata el juramento, también lo hace con el Pacto. El versículo 15 nos habla de un mediador de un Nuevo Pacto. Esto implica que había un pacto antiguo, éste se desarrolló con el pueblo de Israel. Ellos no guardaron el pacto con Dios e hicieron inútil el pacto con Jehová. Despreciaron las bendiciones de Dios. Para que un Nuevo Pacto funcione se deben cumplir algunas condiciones. A continuación las observaremos.

Desarrollo
La muerte de Cristo hace posible el Nuevo Pacto. (9:15-22)
i hay testamento, es necesario que muera el testador. (v.16) Con éste comentario queda claro que era importante la muerte de Cristo. Ella era necesaria para obtener los beneficios del nuevo pacto. Esto es que “los llamados reciban la promesa de la herencia eterna”. Con el testamento se confirma el deseo del testador. En la figura del antiguo pacto, se rociaba sangre de acuerdo al mandato de Dios, todo era purificado de ésta forma. ¿Qué hizo el pueblo? Abusó de éste sistema, al punto de que Dios se aburrió de los sacrificios a la ligera de la nación. En cambio con el sacrificio de Cristo, se hace realidad la remisión de pecado, y empieza a funcionar el nuevo pacto, que tiene mejores promesas.

La muerte de Cristo quita el pecado. (9:23-28)
La muerte de Cristo es un enigma para los entendidos. ¿Cómo es posible que si Cristo es Dios, el muera? Esta sección nos clarifica que la muerte de Jesús fue tremendamente necesaria no por la muerte misma, sino por los resultados que traía consigo. De partida en el Antiguo Testamento se purificaban las cosas con sacrificios de animales. Hoy tenemos un solo sacrificio, el de Cristo, con esto hace posible que entremos en el santuario celestial, el cielo. No ofreciéndose muchas veces como los del A. T., sino una vez y para siempre, con un gran propósito, quitar de en medio el pecado. Aquí un gran golpe a los que creen en la reencarnación: De la manera que esta establecido que los hombres mueran una sola vez, y después de esto el juicio (v. 27) de la misma manera, Cristo fue ofrecido una sola vez para llevar los pecados de muchos. Tenemos una sola vida, por ella seremos juzgados. Si estamos en Cristo, entonces no tenemos pecados del cual avergonzarnos. El lo ha quitado. ¡Gloria a Dios!

Conclusión
Termina la lección haciéndonos mirar con confianza el futuro. Cristo, aparecerá por segunda vez, sin relación con el pecado, para salvar a los que le esperan. En su primera venida trajo consigo un Nuevo Pacto, en su segunda venida, traerá consigo la salvación plena.




“Los Bienes Venideros”
Lección: Hebreos 10:1-18
Texto: Colosenses 2:13-15

Domingo 29 de Noviembre de 2009


Introducción
Saber del futuro es el deseo de cada persona. Los que son creyentes y creen en una vida después de la vida, su curiosidad es saber ¿que de la vida futura? y ¿Qué del cielo? En realidad, saber ¿Cuáles son los bienes venideros? En ésta sección el autor del libro de Hebreos nos comparte algo de ésta situación. Primero, el mundo antiguo era la sombra y luego, Cristo la realidad. Miremos estas dos partes por separado.

Desarrollo
La Ley es la sombra. (10:1-9)
Una de las grandes dudas de la enseñanza bíblica es saber el rol de la Ley del Antiguo Testamento en las Escrituras. Para muchos es algo impropio y tal vez intrascendente. Pablo le escribe a los Romanos que la Ley es santa, y el mandamiento santo, justo y bueno. (Romanos 7:12) El autor de la carta a Los Hebreos nos dice que la ley fue la sombra de los bienes venideros. No es realmente la realidad, pero apunta a ella. Por ejemplo, por los sacrificios descritos en la Ley que se ofrecían continuamente cada año, se hacían perfectos a los que se acercaban. Esto era sombra del sacrificio perfecto que vendría después. El sacrificio del Antiguo Testamento era insuficiente, al punto que se expresa que “la sangre de los toros y de los machos cabríos no puede quitar los pecados” (v.4) Se necesitaba quitar lo primero, esto es los múltiples sacrificios, y traer algo nuevo, un sacrificio perfecto. ¿Cómo se podía lograr esto? De ahí la importancia de Cristo. Lo importante era que Dios quitara lo primero (los sacrificios de animales), para establecer lo último (el sacrificio perfecto de Cristo).

Cristo es la realidad. (10:10-17)
El V. 10 comienza con la frase: “en esa voluntad somos santificados mediante la ofrenda del cuerpo de Jesucristo. ¿Por qué era tan importante la ofrenda de Cristo? Había varias razones: Fue una ofrenda hecha una vez para siempre (v.10), Cristo se ha sentado a la diestra de Dios, dando a entender que después de su sacrificio hay que descansar en él. En contraste, los sacerdotes del Antiguo Testamento no tenían donde descansar, era un trabajo incesante. Por otra parte, Cristo trae como uno de los bienes venideros para los creyentes, el que pondrá a todos sus enemigos bajo sus pies. Además hace realidad el nuevo pacto que hará con cada creyente, escribiéndolo en el corazón y en sus mentes. Todo esto como para darnos a entender que nunca más se acordará de nuestros pecados y transgresiones. ¡Gloria a Dios! Nuestro pecado quitado eternamente.

Conclusión
Termina la lección indicándonos que donde hay remisión de los pecados, no hay más ofrenda por el pecado. Esto quiere decir, que Cristo cumple realmente con el propósito de la Ley en el Antiguo Testamente. Este propósito era quitar el pecado del hombre, pero de nada sirvió porque el hombre a causa de su pecado invalidó la Ley. Jesucristo no es la sombra, es la realidad. El perdona y limpia todos nuestros pecados. Su sacrificio es suficiente. ¡Amén!




“El Camino Nuevo y Vivo”
Lección: Hebreos 10:19-25
Texto: Efesios 3:10-12

Domingo 06 de Diciembre de 2009


Introducción
Todo el simbolismo del tabernáculo se cumple en Jesucristo. Al lugar Santísimo solo podía entrar el Sumo Sacerdote y una vez en el año. Ahora por la sangre de Cristo se nos abre un nuevo camino y vivo, que nos evita los distractores de las diferentes vías religiosas. Existe un refrán que dice que “todos los caminos nos llevan a Roma”, pero en el ámbito religioso no “todos los caminos nos llevan a Dios”. Es necesario, que aprendamos que Jesucristo trazo una vía directa a Dios. Esa vía es el mismo. Si caminamos por este camino nuevo y vivo, podemos alcanzar tres beneficios. Considerémoslos a continuación.

Desarrollo
Acercarnos con corazón sincero. (10:22)
En el Antiguo Testamento, el que deseaba acercarse a Dios debía hacerlo cumpliendo ciertas reglas. No podía hacerlo con las manos vacías. Debía presentar un sacrificio. En el Camino nuevo que nos abrió Jesucristo, el mismo es el sacrificio, por lo tanto, a nosotros se nos pide un corazón sincero, el que debe ser presentado en plena certidumbre de fe. Esto es importante tenerlo claro, porque en el A. T. el sacrificio era algo visible, pero en Cristo el sacrificio es un paso de fe, ya está hecho, solo debemos disfrutar los resultados. El sacrificio es por lo tanto espiritual, se espera que cada cristiano purifique su corazón de mala conciencia.

Mantenernos firmes, sin fluctuar. (10:23)
La fe de un cristiano, generalmente sufre altibajos. A veces se resquebraja. Era el problema de los judíos cristianos a quienes estaba dirigida ésta carta. Algunos titubeaban, y otros querían volver atrás. El autor de la carta nos anima a mantenernos firmes, sin fluctuar, la profesión de nuestra esperanza, porque fiel es el que prometió. Para el cristiano nuestra fe es una profesión. Nuestra profesión está cimentada en la esperanza de aquél que nos ha hecho promesas. Pedro dice que Dios “nos ha dado preciosas y grandísimas promesas, para que por ellas lleguemos a ser participantes de la naturaleza divina”. (2° Pedro 1:4)

3. Considerarnos unos a otros. (10:24)
Un beneficio que tiene aspecto social es el que debemos considerarnos unos a otros. El hombre es un ser social, la iglesia también. No podemos vivir nuestra fe desligados de los demás. Nos consideramos mutuamente porque de esa forma nos estimulamos a la fe y a las buenas obras. Dos pueden más que uno. La iglesia es un cuerpo con muchos miembros. Cristo hace posible la comunión y la ayuda mutua.

Conclusión
Si hemos sido beneficiados con un camino nuevo y vivo, debemos disfrutar los beneficios del mismo. Tampoco debemos dejar de congregarnos. Hay una bendición en el estar juntos. Disfrutamos de la presencia de Cristo, pero también nos exhortamos unos a otros. ¿Hasta cuándo será esto? Hasta el día del retorno glorioso de nuestro salvador Jesucristo.