martes, 17 de mayo de 2011

LECCION ESCUELA DOMINICAL 22 DE MAYO 2011





“La corrección por amor”
Lección: Apocalipsis 3: 14 – 22.
Texto: Proverbios 3:11-12
Domingo 22 de Mayo del 2011

Introducción


Vemos un primer mensaje hacia esta congregación, en la carta a la Iglesia de Colosas, (Col 4:16). Cuya correspondencia no ha llegado hasta nuestros días, pero, podemos dar gracias a Dios, que la carta más importante, ya que fue enviada por el “testigo fiel y verdadero”, está para nuestra edificación.
Esta ciudad, era famosa por el comercio de lana, por su escuela médica y conocida mayoritariamente por su “polvo frigio” o “Colirio”. Y el agua era llevada a la ciudad, desde manantiales cercanos por medio de cañerías, pero llegaba muy tibia.

Desarrollo

El Señor se presenta como: “He aquí el Amén, el testigo fiel y verdadero, el principio de la creación de Dios”, que gran descripción de Cristo. “El amén”, cuyo sinónimo es “verdadero, fiel”, pero su significado adquiere una connotación especial, representa el sentido “afirmativo”, es decir cuando se culmina una declaración y se pronuncia la palabra “Amen”, adquiere una expresión “solemne”, que solo hay veracidad en lo dicho y solo admite honestidad.
Encontramos que Jesús es el “Amén de Dios”, para su pueblo, las bendiciones de Dios para con los suyos (ver 2 Co 1:20). Cristo es el “testigo fiel y verdadero”. “Entonces vi el cielo abierto; y he aquí un caballo blanco, y el que lo montaba se llamaba Fiel y Verdadero, y con justicia juzga y pelea” Ap 19:11.

Haciendo un paralelo con el suministro de agua de la ciudad, Cristo utiliza esta ilustración para decirle a la Iglesia que su actual condición es de una indiferencia que a Él le produce nauseas, habían perdido la pasión por Cristo, habían perdido la “sed de Dios”. Las comodidades, la buena vida, las riquezas y la saciedad de cosas materiales, les había llevado a una indolencia espiritual. Su actitud era tan soberbia, que encegueció totalmente a esta Iglesia amada que no se había dado cuenta que estaba en una triste condición espiritual. Aunque ella se encontraba próspera y convencida que esta opulencia era “bendición de Dios para la Iglesia”, en circunstancias que había sido su perdición. Una Iglesia sin necesidad material, pero que espiritualmente estaba arruinada y las palabras expresadas por Jesús, describían aún más su empobrecida situación.
La tragedia más grande es “no saber”, era tal el grado de ceguera, que desconocían totalmente su condición. Dice Jesús “y no sabes que tú eres un desventurado, miserable, pobre, ciego y desnudo” (Ap 3:17).

Se enfatiza constantemente que esta ciudad se enorgullecía de su situación comercial, como por ejemplo: a) Prosperidad financiera, b) la producción textil y c) la producción del colirio (ungüento para la vista), por lo cual, Laodicea había sido arrastrada por esta actividad comercial, pasando a segundo plano su relación con Dios, y pensaba que estaba muy bien frente al Señor, pero ante Él, era pordiosera, una necesitada y pobre.

Compare a la iglesia de Laodicea con la iglesia de Esmirna que estaba empobrecida y atribulada pero a los ojos del Señor era rica.
Pero el amor glorioso del Señor es eterno y tiene palabras de consejo para que pueda rectificar su camino, y le dice: “Por tanto, yo te aconsejo que de mí compres oro refinado en fuego, para que seas rico, y vestiduras blancas para vestirte, y que no se descubra la vergüenza de tu desnudez; y unge tus ojos con colirio, para que veas” (Ap 3:18), Este consejo es práctico y es: Comprar oro refinado en fuego para ser realmente rico (la ciudad era próspera económicamente); Vestirse de vestiduras blancas, para cubrir su desnudez (Tenía una gran industria textil); Ungir tus ojos con colirio, para que veas. (Su escuela médica creó el “polvo frigio” o colirio para los ojos). Pero, la verdadera riqueza no tiene precio, los hermanos estaban confiando en sus recursos, pero sin fe en Cristo, dice el profeta Isaías “A todos los sedientos: Venid a las aguas; y los que no tienen dinero, venid, comprad y comed. Venid, comprad sin dinero y sin precio, vino y leche” (55:1), esta gratuidad no significa que no tenga valor, sino que al contrario, su costo es tan alto que nadie tiene la riqueza suficiente para adquirirla.
La desnudez, fue fruto de la vergüenza por el pecado cometido. Adán y Eva mientras estaban en el huerto en obediencia, estaban desnudo. Pero después que pecaron descubrieron su desnudez. Los hermanos de Sardis, que no habían manchado sus vestiduras, caminarían con Cristo vestidos de blanco. Pero la Iglesia de Laodicea ni siquiera estaba vestida, ellos espiritualmente estaban desnudos. Qué vergüenza, que tragedia, por lo cual, Jesús les invita a buscar “vestiduras blancas para vestirse”, estas vestiduras blancas representan las acciones justas de los santos.

“Yo reprendo y castigo…” (Ap 3:19). Qué declaración más hermosa, “A todos los que amo”, y aunque no hubiera sido tan explícita su aprecio, podríamos haberla interpretado en la condición de “Reprensión y castigo”, que no es otra cosa que disciplina de “Padre a hijo”. (Prov 3:12).

Conclusión

“Al que venciere, le daré que se siente conmigo en mi trono…” (Ap 3:21), esta última expresión realza el amor de Cristo por su Iglesia, que aunque muy censurada, tiene promesas de bendición. Dios no deja a nadie afuera, a los vencedores les promete una retribución. Dios nos invita a ser un vencedor y por medio de su palabra nos dice, que Él nos dará la victoria. (2 Co. 2:14; 1 Co. 15:57; Rom. 8:37)

“Más que victoria, más que victoria, más que victoria tenemos en ti”, sin duda nuestras victorias no dependen de nuestras capacidades, sino de nuestra comunión con el Señor, ya que en él somos más que vencedores.






Comisión EEDD

2011