jueves, 24 de noviembre de 2011

LECCION DOMINGO 27 DE NOVIEMBRE DEL 2011

“Sanidades de Jesús”
Lección: Mateo 9: 18 - 26
Texto: Salmos 107: 20
Domingo 27 de Noviembre 2011


Introducción
Marcos y Lucas llaman a este hombre jefe de la sinagoga e indican que su nombre era Jairo (Mr 5.22; Lc 8.41). Como principal de la sinagoga, tenía a su cargo la administración, lo que incluía velar por la conservación del edificio, supervisar la adoración, conducir la escuela en días laborables y hacer contacto con los rabinos para que dieran instrucción en el día de reposo.


Desarrollo
v. 18 – 22. Esta mujer había sufrido por doce años de una hemorragia (tal vez un desorden menstrual). Cuando estamos atravesando tiempos de desesperación, no debemos preocuparnos de la forma en que nos allegamos a Dios. Como esta mujer, podemos simplemente extender la mano con fe. Él nos responderá.

Dios cambió una situación que había sido problema por años. Como el leproso y el hombre poseído por el demonio, esta mujer enferma era considerada inmunda. Por doce años, había sido una de las «intocables» y no había podido llevar una vida normal. Pero Jesús operó el cambio y la restauró. Algunas veces somos tentados a rendirnos en cuanto a personas o circunstancias que no han cambiado en años. Dios puede cambiar lo que parece incambiable, dando vida nueva y esperanza.

V. 23 - 26. El rabí de la sinagoga local no fue en busca de Jesús sino cuando su hija ya había muerto. Ya era demasiado tarde para hacer algo. ¡Pero Jesús simplemente se acercó a ella y la resucitó! En nuestras vidas, Cristo puede cambiarlo todo cuando en apariencias ya es demasiado tarde. Puede reconciliar matrimonios separados, librar de vicios, perdonar y cambiar vidas desechas. Si en su situación parece que no hay esperanza, recuerde que Cristo puede hacer lo imposible.


Conclusión
Tenemos a nuestro favor al más grande Dios creador del universo, él es el Dios de lo imposible y nada es demasiado grande o demasiado complicado para él y la Biblia lo expresa así: “Grande es Jehová”. Frente a esta tan gloriosa realidad solo nos queda alegrarnos que él sea nuestro Dios ¡¡Nada es imposible para él!!

COMISION EEDD 2011

jueves, 17 de noviembre de 2011

LECCION DOMINGO 20 DE NOVIEMBRE DEL 2011

“El llamamiento de Mateo y el ayuno”
Lección: Mateo 9: 9 - 17
Texto: 1ª Timoteo 1: 15
Domingo 20 de Noviembre 2011


Introducción
El llamamiento de Mateo, v. 9, y el Rey comiendo con publicanos, v. 10 – 13 demostraron su misión de llamar a los pecadores al arrepentimiento. Las ilustraciones de paño y los odres nuevos v. 16 – 17, prefiguran la superioridad de la justicia de la gracia en contraste con el paño y los odres de las viejas ordenanzas legales.


Desarrollo
v. 9 – 13. Mateo era un judío que los romanos habían empleado como cobrador de impuestos de la zona. Cobraba impuestos de los ciudadanos como también de los mercaderes que pasaban por el pueblo. Los cobradores de impuestos deducían una comisión de lo cobrado, pero la mayoría cobraban de más y se enriquecían. Por esta razón los judíos los odiaban. Tenían reputación de estafadores y de apoyar a los romanos.

Cuando Jesús llamó a Mateo para que fuera uno de sus discípulos, Mateo lo siguió de inmediato, dejando una carrera lucrativa. Si Dios lo llama a usted para seguirle u obedecerle, ¿lo hace con el mismo desprendimiento de Mateo? Algunas veces, la decisión de seguir a Cristo requiere cierta elección dificultosa o dolorosa. Como Mateo, debemos dejar atrás las cosas que podrían apartarnos de seguir a Cristo.

Al visitar a Mateo, Jesús dañaba su reputación. Mateo había estado engañando a la gente pero Jesús lo encontró y lo cambió. No debemos temer llegar a aquellos que tienen un estilo de vida diferente, porque el mensaje de Dios puede cambiar a cualquiera. Los fariseos trataban con frecuencia de atrapar a Jesús y pensaron que su relación con esta «gente de baja vida» era la oportunidad perfecta. Se preocupaban más de las apariencias de santidad que de ayudar a la gente, de criticar más que de estimular, de la respetabilidad externa más que de la ayuda práctica. Pero Dios está interesado en todos, incluyendo a los que son pecadores y a los que sufren. ¡La vida cristiana no es contienda de popularidad! Al seguir el ejemplo de Jesús, debiéramos anunciar las buenas nuevas a los pobres, solitarios y repudiados, no solo a los buenos, talentosos y populares.

V. 14, 15. Los discípulos de Juan urgían al arrepentimiento del pecado y a la preparación para la venida del Mesías. Los discípulos de Jesús no tenían la urgencia de preparar a la gente para la venida del Mesías porque estaba con ellos. Jesús no condenó el ayuno: Él mismo lo practicaba (Mateo 4.2). Enfatizó que debía hacerse por razones justas.
El mensaje de Juan el Bautista era duro y estaba centralizado en la ley. Cuando la gente se fija en la ley de Dios y se compara con ella, se da cuenta de cuánto le falta y de cuán necesario es que se arrepienta. El mensaje de Jesús se centralizaba en la vida, el resultado de volverse del pecado e ir a Él. Los discípulos de Juan arrancaron bien, pero necesitaban dar el paso siguiente y confiar en Jesús. ¿Dónde está su centro de atención, en la ley o en Cristo?
La llegada del reino de los cielos era como una fiesta de bodas en que Jesús era el esposo. Sus discípulos, por esta razón, se regocijaban. No tenían por qué estar de luto: el novio estaba presente.

V. 16, 17. En tiempos bíblicos el vino no se conservaba en botellas de vidrio sino en pieles de cabras bien cosidas en los bordes para que no hubiera escape de líquido. El vino nuevo, a medida que se iba fermentando, se expandía y estiraba los odres. Una vez añejado el vino, no se agregaba más vino nuevo; si se hacía, el odre ya estirado reventaba. Por eso el vino nuevo siempre se colocaba en odres nuevos.
Jesús no vino para remendar el sistema religioso viejo del judaísmo con sus normas y tradiciones. Si lo hubiera hecho, su mensaje hubiera peligrado. Su propósito fue traer algo nuevo que había sido profetizado por siglos.
Este mensaje nuevo, el evangelio, dice que Jesucristo, el Hijo de Dios, vino a la tierra para ofrecer a todos el perdón de pecados y la restauración con Dios. Este mensaje nuevo de fe y amor no encajaba en el rígido y antiguo sistema de religión legalista. Requería un inicio fresco.

El mensaje permanecerá siempre «nuevo» porque debe ser aceptado y aplicado en cada generación. Cuando seguimos a Cristo, debemos estar preparados para nuevas formas de vida, nuevas maneras de mirar a la gente y nuevos métodos de servicio.


Conclusión
Para concluir debemos abreviar solo en un punto importante de esta lección, y es la capacidad de renuncia personal que tuvo Mateo para seguir a Jesús. Pese a su condición y reputación que tenía no escatimo en nada y se dedico a seguir a Jesús con un corazón dispuesto a derribar todo argumento que se interpusiera entre él y Jesús.

COMISION EED 2011

martes, 8 de noviembre de 2011

LECCION 13 DE NOVIEMBRE DEL 2011

“Sanidad de un paralitico”
Lección: Mateo 9: 1 - 8
Texto: Efesios 1: 7
Domingo 13 de Noviembre 2011


Introducción
La curación del hombre paralitico demostró el poder de Jesús como Rey para perdonar pecados 9:1-8. «Su ciudad» era Capernaum, una buena elección como base de operaciones. Era una ciudad pudiente, dedicada a la pesca y al comercio. Situada en el Mar de Galilea en un área densamente poblada, tenía una guarnición romana dedicada a mantener la paz en la región. La ciudad era un centro cultural, y estaba mayormente influenciada por las costumbres, modas, arquitectura y política griegas y romanas.


Desarrollo
El poder del Rey para perdonar pecados
V. 1 – 3. Las primeras palabras que dijo Jesús al paralítico fueron: «Tus pecados te son perdonados». Luego lo sanó. Debemos tener cuidado en no concentrarnos más en el poder de Dios para curar enfermedades físicas que en su poder para perdonar enfermedades espirituales en forma de pecado. Jesús vio que aquel hombre necesitaba sanidad espiritual además de sanidad física. La salud espiritual sólo se obtiene con el toque sanador de Jesús. Tanto el cuerpo como el espíritu de aquel hombre estaban paralizados: no podía ni caminar ni reconocer a Jesús. Pero el estado espiritual de esta persona fue lo que más preocupó a Jesús. Si Dios no nos cura o no sana a alguien que amamos, debemos recordar que la sanidad física no es lo único que le interesa a Cristo. Todos seremos sanados completamente cuando Cristo venga en su Reino; pero primero debemos conocer a Cristo.

V. 4 – 8. Blasfemia para los judíos era que uno afirmara que es Dios y decir que tiene las mismas características de Dios. Los líderes religiosos notaron de inmediato que Jesús afirmaba ser Dios. No entendían que Jesús es Dios y que tiene autoridad para perdonar pecados y sanar. Es fácil decir a alguien que sus pecados le son perdonados; ¡es mucho más difícil sanar a un paralítico! Jesús se detuvo y proclamó sanidad a las piernas del hombre. Esta acción demostró que sus palabras eran verdad: Él posee la potestad de perdonar pecados así como la de sanar. Hablar no cuesta, pero nuestras palabras pierden autoridad si nuestras acciones no las respaldan. Podemos proclamar el amor de Dios a otros, pero si no tomamos pasos concretos para manifestar ese amor, nuestras palabras serán vacías y sin significado. ¿Cuán bien respalda con sus acciones lo que dice?


Conclusión
Muchas veces nos concentramos en la sanidad del cuerpo, lo que nos lleva a despreocuparnos de la sanidad del alma. El primer y gran ministerio de Cristo es sanar el alma “Para que nadie se pierda”. La gente es atraída a nuestros templos por las sanidades físicas, pero no por Jesús quien puede restaurar nuestras almas. Tenemos que poner cuidado en no solo ofrecer sanidad, sino además redención y vida eterna.


COMISION EEDD 2011

jueves, 3 de noviembre de 2011

LECCION DOMINGO 06 DE NOVIEMBRE DE 2011

“Los endemoniados gadarenos”
Lección: Mateo 8: 28 - 34
Texto: Marcos 3: 14, 15
Domingo 06 de Noviembre 2011


Introducción
La región de los gadarenos estaba localizada al sudeste del mar de Galilea. El pueblo de Gadara, capital de la región, era una de las diez ciudades. Eran diez ciudades con gobierno independiente y con población mayormente gentil, lo que explica lo del hato de puercos (v. 8.30). Los judíos no criaban cerdos porque eran considerados inmundos y no los comían.

Desarrollo: los demonios y los animales se sujetan al creador
V. 28 Los endemoniados están bajo el control de uno o más demonios. Los demonios son ángeles caídos que se unieron a Satanás en su rebelión en contra de Dios y ahora son espíritus malos a las órdenes del diablo. Ayudan a Satanás a tentar a la gente y desplegar su gran poder destructivo. Pero cada vez que se enfrentaban con Jesús, perdían su poder.

V. 29. Los demonios reconocen a Jesús como Hijo de Dios (v. 8.29), pero piensan que no tienen que obedecerle. Usted puede creer que Jesús es el Hijo de Dios pero creer no basta. La fe es más que creer.
Por la fe, debe aceptar lo que Él ha hecho en su favor, recibirlo como el único que puede salvarlo de su pecado y mostrar su fe por medio de la obediencia a su Palabra.

En concordancia con las leyes ceremoniales judías, los hombres que Jesús halló eran inmundos en tres sentidos:
Eran gentiles (no eran judíos),
Estaban poseídos por el demonio y vivían en un cementerio.
Jesús les dio ayuda a pesar de todo.

No debiéramos dar la espalda a las personas «inmundas» o que nos son repulsivas. Debemos llegar a la conclusión de que cada ser humano es una creación única de Dios que necesita de su amor.

V. 29. La Biblia nos dice que al final Satanás y sus ángeles serán echados al lago de fuego (Ap. 20.10). Cuando los demonios le dicen a Jesús que no los atormente «antes de tiempo», dan a entender que sabían cuál será su destino final.

V. 30 – 32. Cuando los demonios entraron en los cerdos, estos se despeñaron y cayeron al lago. La acción de los demonios prueba su intención destructiva: como no pudieron destruir a los hombres destruyeron a los cerdos.

V. 33 - 34. ¿Por qué la gente le pidió a Jesús que se fuera? A diferencia de los dioses paganos que adoraban, Jesús no podía ser contenido, controlado o aplacado. Temían el poder sobrenatural de Jesús, poder que no habían visto nunca antes. Y estaban muy molestos con la pérdida del hato de cerdos y no podían alegrarse con la liberación de los hombres que estaban poseídos por el demonio. ¿Le preocupan más las propiedades y los programas que la gente? Los seres humanos han sido creados a la imagen de Dios y tienen un valor eterno. Qué necio y cuán fácil es dar más valor a posesiones, inversiones e incluso a animales, que a la vida humana. ¿Permita que Jesús termine su obra en usted?

Conclusión: Todo se sujeta a la voluntad de Dios, y no hay demonio que pueda contra el poder de Cristo, por eso estamos seguros si Dios es con nosotros.
De todo esto podríamos aplicar que si Dios es por nosotros quien contra nosotros, no permitamos que el diablo con sus demonios nos hagan correr, ya que ellos son los que deberían estar corriendo de nosotros, si tenemos a Cristo tenemos el poder más grande que existe en el Universo,